El factor que acelera el riesgo de aparición de incendios: "Aumenta las condiciones meteorológicas"
El ingeniero forestal Víctor Resco de Dios ha desgranado en 'La Tarde' cómo deberían ser las estructuras en los bosques para frenar el avance de las llamas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En los últimos días, hemos podido comprobar cómo los fenómenos extremos se han hecho presentes por todo el Mediterráneo. Aunque el calor ha dado algo de tregua, en algunos puntos de la Península se han alcanzado 46 grados. Además, ha habido fuertes tormentas en el norte. En Italia y Grecia aparece el fuego y otras regiones que bañan el mar han pasado por "complicaciones".
El cambio climático, catalizador de los incendios
El profesor de ingeniería forestal de Lleida, Víctor Resco de Dios, ha tratado de establecer la relación entre el cambio climático y estos grandes incendios. Ha explicado que se debe a diversos factores. "En primer lugar, tener vegetación combustible", que pueda arder; "en segundo, que esté lo suficientemente seca" como para que se pueda quemar. "El tercero, una fuente de ignición"; y, por último "las condiciones para que se pueda extender".
De esta manera, el cambio climático actúa como un "catalizador o acelerador" de algunas de estas condiciones, facilitando la desecación y favoreciendo la meteorología capaz de propagarlos.
No somos capaces de cambiar el clima, pero sí de cuidar otra serie de factores "como es el estado de vegetación y la gran conexión de masas forestales". El ingeniero apuntaba que, pese a que parezca bonito ver "un mar de árboles" desde lo alto de una montaña, podría "explotar en cualquier momento".
Es preferible un bosque que tuviese cortafuegos, necesarios para el tránsito de los bomberos, "pero no son suficientes". Esto se debe a que el fuego es capaz de atravesar este tipo de estructuras lineales. Para evitar la propagación, deberían establecerse una serie de "puntos clave: nudos de cadena, fondos de valle, que son los lugares en los que se puede multiplicar". Es ahí donde se deben aumentar los cortafuegos.
El colapso de las corrientes oceánicas
El cambio climático también podría tener consecuencias en las corrientes oceánicas. La profesora del departamento de Geografía de la Universidad de Durham (Inglaterra), Paola Mofa Sánchez, apoyándose en un estudio, ha expuesto que podrían verse afectadas para 2025.
Existe todo un sistema de corrientes en el Atlántico norte, en el que las aguas se mueven tanto superficialmente como en las profundidades. De esta manera, se transportan masas cálidas de los trópicos hacia el Ártico y Atlántico norte, moviéndose "millones de metros cúbicos". En ese trayecto, las aguas se enfrían y descienden.
La formación de las corrientes se debe a la alta densidad del agua. Igualmente, tienen "una salinidad muy alta", que hacen que se hundan. El problema es que, al "calentar nuestro clima", se provoca el deshielo de Groenlandia. Esa agua es dulce, haciendo que descienda la salinidad e impide que se hunda hacia las profundidades. "El sistema se va debilitando", decía la profesora.
Las consecuencias de la ralentización
La importancia de este sistema radica en su labor fundamental para el clima, permitiendo que la temperatura en invierno de Europa sea mucho más cálida que en Canadá, que se encuentra en su misma latitud. Que se pueda enfriar el viejo continente no sería la única consecuencia. También podrían verse con más frecuencia "eventos meteorológicos extremos, cambiar el nivel del mar y afectar a las especies marinas", afectando a la pesca.
Concluía alegando que ve improbable que se produzca un cambio tan inmediato como establece el estudio. "Hay muchos estudios que ya están viendo esta ralentización. Es posible", comentaba. Sin embargo, se está empezando a establecer un rango más a largo plazo, dentro de entre 50 y 100 años.