La foto de Fernando de Haro: "No habrá té, ni pastelitos para ofrecer al huésped, pero adelante..."
La foto del día
Publicado el
1 min lectura
Foto de una familia que está levantando su casa, su tienda. Primero se ve un tendedero improvisado. De la cuerda cuelgan muy bien amarrados unos pantalones rojos de niño, una camiseta blanca también de niño, un jersey azul de niño, otro jersey de niño este estampado y para acabar otros pantalones de niño. La persona que ha tendido la ropa lo ha hecho con mucho orden: no ha dejado un solo espacio libre. Las pinzas están puestas en el sitio preciso para fijar el extremo de una prenda y el comienzo de la otra. Detrás dos chicos y una mujer con velo trabajan con mucha atención. La mujer doblada hacia el suelo organiza algo. Uno de los jóvenes golpea con un martillo unas tablas que van a servir de armazón. El otro aprieta un tornillo. El esqueleto de la tienda todavía es frágil pero sostiene ya un plástico transparente. La tierra, algo más oscura que el albero, prensada para ser el suelo de la nueva casa. En cuanto puedan extenderán la lona y algunas alfombras que han podido salvar. La primera que hay que poner a cubierto es la abuela que con este último susto ha dado un bajón. Ya casi no se levanta. Y luego los demás. La madre, el padre, los chicos, las sobrinas, ocho de familia. Y si alguien se asoma, fadalun, fadalun, que pase. No habrá té, ni pastelitos para ofrecer al huésped, pero adelante, adelante, una buena conversación, cariñosa, sin pretensiones, una buena historia hace más hogar que los mármoles de un palacio.