La Foto de Fernando de Haro: "No son unos pies jóvenes, están muy andados"
Escucha La Foto de hoy elegida por Fernando de Haro al cierre del programa.
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La foto de hoy es un retrato en el que no aparecen ni la cara ni las manos del personaje. Es una foto en blanco y negro del suelo de una habitación en la que un hombre probablemente de mediana edad está subido en una tabla grande. Una tabla de esas que se utilizan en una cocina para cortar la cebolla, trinchar la carne o partir cualquier cosa. El retratado tiene los pies y las pantorrillas desnudas. No son unos pies jóvenes, están muy andados. Las uñas redondas y algo encarnadas. Las venas del empié y de los tobillos muy a la vista. El dedo gordo del pie derecho se tuerce más que el dedo gordo del izquierdo y se monta en el segundo dedo. Será por el modo de andar, por el modo de encoger los hombros, por el modo calzarse. El dedo derecho más torcido que el izquierda, será seguramente por la artritis. El personaje retratado se acuerda de las manos torturadas de su mano y de su abuela. Y el estaba firmemente decido a que no le pasara lo mismo. Estaba firmemente decidido a que se no le retorcieran como sarmientos las extremidades, a que los pies fueran siempre jóvenes, delgados, a que las uñas no se le pusieran duras. Estaba determinado a que sus carnes y sus huesos fueran siempre jóvenes, y que no tuvieran nunca callos, ni problemas de circulación. Estaba decidido a que sus pies nunca parecieran ni garras, ni zarpas, ni pezuñas. ,Y ahora se los mira y ve ya los signos del envejecimiento, la edad corre y le alcanza, los años se aceleran. Ahora se los mira y se da cuenta también va camino de ser muy antiguo. No, no hay inmortalidad para sus pies, para los dedos de sus pies. Llegará un momento que nadie se acuerde de ellos, de su forma, de su pisada.