El increíble secreto que ha llevado a Alberto, de 9 años, de Ubrique a Londres: nada común a su edad

Él mismo y su padre explicaban en 'La Tarde' qué es lo que sintieron con este reconocimiento y cómo ha sido el camino hasta llegar allí

Ana Rumí

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Ponte en situación, con tan solo 9 años, recibes una llamada del Museo de Historia Natural de Londres. Tú, vives en Ubrique, jamás has vivido en otro lado que no sea en esta localidad, y te dicen que en unas semanas vuelas hasta la capital inglesa para recoger un premio. 

Pues bien, eso es justamente lo que le ha pasado a Alberto Román, un chiquillo de 9 añitos que se ha convertido en un jovencísimo galardonado por el museo. Todo, después de que hiciese una fotografía que ha sido reconocida como la “mejor de la temática de naturaleza”.

Es, por cierto, el premio más importante a nivel mundial que alguien podía ganar. La fotografía, 'Libre como un ave', es la que firma Alberto y que se ha llevado este importantísimo galardón.

Alberto Román

'Libre como un ave', Alberto Román Gómez Hombre, Wildlife Photographer of the Year

“Muestra la fragilidad de un ave sobre una cadena posada. Creo que todas las aves tienen que estar en libertad. Me sentí muy feliz, soy consciente de que es un concurso muy difícil de ganar” explicaba el propio Alberto.

De Ubrique a Londres manteniendo el secreto

A Alberto le pidieron que, hasta el día de la gala en la que le iban a entregar el premio, no dijese nada de que había ganado el premio. 

Por supuesto, le costó, y mucho, mantener el secreto cuando estaba deseoso de contárselo a sus amigos, profesores y otros familiares. Sin embargo, tenía que hacerlo.

      
             
      

Salió al escenario a recibir su premio y, después, dio un breve discurso en inglés en agradecimiento. A él, no le cabía el orgullo en el pecho.

Alamy Stock Photo

Natural History Museum, London, Britain, UK

“Al principio estaba nervioso pero luego más tranquilo, fui con toda mi familia a Londres. Estaba muy orgulloso, alegre y que no sabía cómo iba a guardar el secreto hasta el día de la gala” decía.

Tampoco le cabía el orgullo a su padre, Daniel, quien le inculcó este amor por la fotografía que le ha traído hasta aquí. “Él empezó a hacer fotografías desde que era pequeño, venía con una cámara compacta y a partir de ahí fue a más, fue aprendiendo lo que es necesario para este tipo de fotos” decía.

      
             
      

El campo, su eterna fuente de inspiración

Cuando Alberto fotografió a esa tarabilla, lo hizo en el campo. Y es que este lugar es, desde hace años, su fuente de inspiración. Siempre va al campo con su padre y, cuando encuentra algo que le apasiona, hace clic con la cámara.

“Me encanta salir al campo y observar el comportamiento de las aves y estar con amigos. Me gusta fotografiar las aves, pero también mamíferos, anfibios o reptiles” explicaba Alberto.

Alberto en el campo

“Había visto más veces este ave, la solemos ver los días que vamos por ahí. No fue complicado conseguir la foto, el ave se lanzaba al suelo para capturar insectos” contaba.

      

“No es algo habitual ni frecuente con la dificultad que tiene este tipo de concurso. Llegamos a la zona donde vimos el pájaro, nos permitió acercarnos bastante y él es el que captó todo, me hace parar con el coche” recalcaba Daniel, el padre.

Es obvio que, Alberto, tiene muchísimo futuro por delante como fotógrafo, siempre y cuando quiera dedicarse a ello porque, como decía, entre sus planes está el de ser maestro.

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