Juicio a la mafia rusa en España

En los años 80, Gennadios Petrov y Alexander Malyshev organizaron una importante red criminal en los últimos estertores de la Unión Soviética. Llegaron a cumplir condena por ello y, años más tarde, se instalaron en Marbella, donde decidieron retomar su vieja amistad. Se asociaron y montaron una red que fue desmantelada en el año 2008 por la Policía.

9 años y medio después, se va a juzgar a los responsables de esta trama, a los que se asocia con la Tambovskaya, una de las principales organizaciones criminales del mundo. En 'La Tarde', el Fiscal Anticorrupción José Grinda ha explicado lo difícil que ha sido este caso: 

"Teníamos cuatro personas: Sergei Kuzmin, en Málaga. Vitoli Izgilov, asentado en Alicante; Alexander Malyshev, en Málaga y Gennadios Petrov, en Mallorca. Sergei Kuzmin iba a volar a España en julio de 2008, pero pierde el avión y nunca fue detenido. Vitoli fue enjuiciado y ya cumplió su condena. Ya no está en España. Los otros dos, que son los líderes, están huidos."

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Petrov llegó a estar detenido, pero se escapó: "Llegamos a un acuerdo con el abogado de Petrov. Él pide un favor, marcharse a San Petersburgo, porque el Estado se quedaba con su casa y tenía que hacer unas gestiones. Vuelve del permiso, y cuando vamos a firmar la conformidad, pide una última visita para hablar con su hijo. En ese segundo viaje es “secuestrado” por unos “amigos” de la organización criminal Tambovskaya. Y creemos que está en San Petersburgo. De Malyshev no sabemos nada. Tuvo problemas de salud mental y quizás no sabe ni dónde está".

Una de las personas que debe declarar en el juicio es Vladislav Reznik, diputado de Rusia Unida y uno de los hombres de confianza de Vladimir Putin: “Está acusado de ser socio de Petrov y blanquear dinero procedente del crimen organizado. Al principio se negaba a venir a España, por eso declaró por videoconferencia. Sus letrados han reiterado que va a venir el lunes y estamos convencidos de que lo hará."

Los acusados tenían conexiones con personas relevantes en la sociedad rusa, como ha explicado el periodista Pablo Muñoz: "Tenían contactos con el ex ministro de exteriores ruso, con el suegro del anterior primer ministro, con el ex ministro de tecnologías de información…estamos hablando de personas con mucha fortuna."

Un caso que después de casi diez años será juzgado, aunque varios de los principales acusados estén en paradero desconocido.