Le meten en muchos grupos de WhatsApp, se agobia con las notificaciones y toma una drástica decisión que deja a todos de piedra: “Más feliz”

En ‘La Tarde’ hacemos un recorrido por la hiperconectividad que vivimos a día de hoy, y hablamos con Carlos, que tomó una drástica decisión sobre esta esclavitud a la tecnología

Ana Rumí

Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Es indudable que, en los tiempos que corren, cada vez más está “de moda” la nostalgia. Cada vez nos gusta más revivir momentos de nuestra adolescencia, y no en vano, es tendencia recrear la música dosmilera, el pantalón de tiro bajo de la misma época, y otras modas que han vuelto a nuestras vidas como un boomerang.

Por supuesto, también, es una tendencia que ha regresado a la cultura, y, más allá de la música, vemos también cómo en el cine tienen cabida remakes de películas que surgieron en décadas pasadas. Y aunque no lo creas, también ha vuelto una tendencia que, de hecho, puede llegar a ser la más útil de todas.

Y es que se han desenterrado los móviles que hace tan solo veinte años eran vanguardia y lo más moderno que se podía tener. Te hablamos de los típicos móviles Nokia, que medían aproximadamente el tamaño de un zapato y que tenían juegos tan recordados como el Snake, o los móviles de tapa que te daban un toque sofisticado.

Pues bien, aunque con la llegada del Smartphone (que prácticamente todo el mundo tiene) pensábamos que habíamos dejado atrás este tipo de teléfonos, en este momento está teniendo un nuevo resurgir.

De hecho, en cosa de un año, se ha triplicado la demanda de los móviles como estos, que carecían de Internet. Y vamos más allá, porque, aunque quien más utiliza este tipo de teléfonos son las personas mayores, 3 de cada 4 jóvenes de entre 18 y 35 años quieren hacer una desintoxicación digital, y 1 de cada 10, ha hecho ya la transformación a este tipo de móviles.

Más allá de la nostalgia, hay una razón sociológica para tomar esta drástica decisión.

      
             
      

El cambio radical de vida de Carlos que ha dejado a todos sorprendidos

Seguro que te acuerdas de cómo era tener un móvil de este tipo (si es que eres de los que ya no los conserva), y sabes que tenían un tipo de tono de llamada muy característico (de hecho, toda una biblioteca) o juegos como el Snake que se siguen recordando con vehemencia en nuestro día. 

Entonces, el móvil únicamente servía para estar conectados con tus seres queridos fuera de casa, sin tener que depender del teléfono fijo. Pero el cuento, como te decíamos, ha cambiado y mucho en cosa de veinte años.

Y es que con la llegada de los smartphones, hemos llegado a estar hiperconectados. Vivimos 24/7 pegados a nuestro teléfono móvil, revisando nuestros mensajes constantemente, y chequeando las redes sociales, aunque no haya nada ahí que merezca nuestro interés.

      
             
      

No es secreto ya que esta hiperconectividad ha desarrollado en muchos jóvenes y adolescentes problemas de salud mental. Pero, ¿cómo se puede revertir esta situación? Pues, aunque parezca mentira, hay quien lo ha conseguido con una sencilla decisión.

Anciano con móvil

Él es Carlos, un joven que hace tiempo decidió tirar su teléfono móvil inteligente y cambiarlo por un Nokia 3310. Dice que lo ha rescatado de un cajón, lleva 20 años con ese móvil, y que, salvo la batería que tuvo que cambiarla una vez, el móvil le funciona en perfectas condiciones.

“Me dura días y semanas sin cargarlo. Tengo que usar un Smartphone por trabajo, pero en cuanto salgo de la oficina ya paso a la desconexión y soy súper feliz. Con un sms resuelves gran parte de las necesidades” comentaba.

      

Tanto es así, que considera que ya, bajo ningún concepto, quiere volver a lo que tenía antes, que fue gran parte del problema para tener que tomar esta drástica decisión. “Tener tanto grupo de WhatsApp, tienes una cantidad ingente de notificaciones y fue el detonante. No me persiguen notificaciones ni mensajes y vivo feliz” comenzaba diciendo.

“Me fui saturando tanto que pensé en irme a vivir a la montaña o pasarme a este teléfono, que estás comunicado también, y vuelves un poco a como estábamos antes. Uno vuelve al origen y es todo mucho más sencillo” aseguraba.

En cuanto a los planes de amigos que se cuecen a través de las redes sociales, dice que no participa y se lo comunican a través de su móvil. Así, dice, vive menos estresado. “Aprovecho más el tiempo libre”.

Una tendencia cada vez más en alza

En ‘La Tarde’ nos vamos hasta FIX MOBILE EXPRESS, tienda de telefonía móvil en Madrid. Rafa Prado es dueño de la tienda y nos contaba que en su local también venden este tipo de teléfonos y algunos “un poco más modernos, con radio y sms”. 

Su público, avisa, suele ser gente mayor, aunque cada vez más jóvenes se acercan atraídos por esta tendencia. “Generalmente es la gente mayor, chicos que nos compran para sus padres. Es gente joven, pero en general es para gente mayor” aseguraba.

Alamy Stock Photo

Un hombre mira al móvil con un refresco sobre la mesa

Eso sí, cuenta que tiene un vecino que compra este tipo de teléfonos “cada dos por tres” porque lo pierde. “Cuesta en torno a los 60, aunque hay alguno de 30 euros” explicaba.