María, de Cáceres, va un verano a Calcuta y visita un lugar que hace que se vaya de España para siempre
Una visita a un lugar de esta ciudad de la India cambió la vida de María, que ha contado a Pilar García Muñiz su experiencia y el por qué de esta decisión
Madrid - Publicado el
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En el corazón de La Tarde de COPE, Pilar García Muñiz y Javi Nieves compartieron la inspiradora historia de María Murollón, una cacereña de 32 años cuya vida dio un giro inesperado tras un verano en Calcuta. Hoy, lidera un proyecto transformador en Uganda. Su relato no solo captura la esencia de encontrar un propósito, sino que demuestra el poder de actuar frente a las injusticias del mundo y tener a Dios en el día a día.
"Siempre pensé que mi vida estaría en un laboratorio o una oficina", confiesa María, quien comenzó su carrera como ingeniera química y más tarde estudió magisterio. Pero ese plan cambió radicalmente en 2017, cuando decidió pasar un verano en Calcuta con las Misioneras de la Caridad, una experiencia que, según ella, cambio su "vida entera”. María explica que hubo un momento en concreto en el que todo cambió. En el que su cabeza hizo 'clic' y en la que se dio cuenta de que había algo que quería mucho más que ser ingeniera química: cuidar de los demás.
LA CASA QUE CAMBIÓ LA VIDA DE MARÍA PARA SIEMPRE
María relata con profunda emoción lo que cambió todo: su experiencia en una casa de niños con parálisis cerebral en Calcuta, donde pasó un mes como voluntaria. A pesar de ser un periodo relativamente corto, lo que vivió marcó un antes y un después en su vida. “Cuando llegué, no sabía qué esperar. Me uní a un grupo de voluntarios y desde el primer día estuve trabajando en esta casa. Allí conocí a niños increíbles, llenos de ganas de vivir, aunque enfrentaban enormes dificultades”, asegura. Este contacto diario con una realidad tan distinta a la suya le permitió reflexionar sobre sus propias prioridades y valores, transformando su percepción del mundo.
El trabajo en esta casa no solo implicaba atención física y educativa, sino también brindarles amor y comprensión a los niños que vivían situaciones muy complejas. “Era duro, pero también muy gratificante. Había momentos en los que me sentía sobrepasada por las necesidades que había y por la injusticia de sus circunstancias, pero los niños, con sus sonrisas y pequeños logros, me daban fuerzas para seguir”, explica. Aunque también visitó otras casas gestionadas por las Misioneras de la Caridad, esta fue la que más la impactó y donde decidió enfocar su energía durante su estancia.
La experiencia le dejó huellas profundas, pero también la certeza de que quería trabajar con niños. "Es imposible imaginar el impacto que tiene ver cómo estos pequeños, a pesar de sus limitaciones y circunstancias, encuentran formas de conectar y de expresar alegría. Me enseñaron tanto sobre la resiliencia y la capacidad de amar, que entendí que quería dedicar mi vida a estar cerca de ellos y ayudarlos”. Este punto de inflexión fue el que encendió en María una pasión que luego la llevaría a Uganda y a la creación de su ONG, Nafasi Uganda, dedicada a ofrecer un hogar y oportunidades a niños en situación de vulnerabilidad.
LA NUEVA VIDA DE MARÍA EN UGANDA
Ahora, María ha fijado su residencia habitual en el país africano, donde se va a quedar para ayudar en todo lo que pueda. Tras graduarse en magisterio y realizar varios voluntariados, encontró en este país africano su lugar en el mundo.
“Fui un verano y no me quise ir. Sentí que era mi sitio”, asegura. "En Uganda, más de la mitad de la población son menores de 18 años, y dos millones y medio son huérfanos", relata Javi Nieves, un dato escalofriante. María decidió no quedarse de brazos cruzados ante esta realidad. "No se trata solo de darles un techo, sino un lugar donde puedan sentirse protegidos y amados", comenta emocionada.
Desde entonces, María ha cuidado personalmente de varios niños, quienes ahora tienen un futuro más prometedor. Sin embargo, no ha sido un camino fácil. "Crear una ONG desde cero ha sido un desafío enorme, pero tengo claro que no puedo hacerlo sola. Es un proyecto de muchas manos y corazones", agradece.
Para quienes deseen colaborar con su causa, María invita a visitar su página web, Nafasiuganda.org, o seguirlos en Instagram: @NafasiUganda. Una oportunidad para formar parte de un proyecto que, como asegura Pilar García Muñiz, “nos recuerda que encontrar un propósito a veces implica mirar más allá de uno mismo”.