Oleksandra, desde Kiev: "¿Cómo puede pedir una tregua alguien que tiene sus fuerzas armadas un país ajeno?"
La ucraniana comenta en 'La Tarde' que la población no cree en la tregua que decretó ayer Rusia, después de haber sufrido varios ataques dentro de sus fronteras hoy mismo
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En un principio, iban a ser 36 horas de tregua, pero no se han cumplido. Tampoco había muchas esperanzas, pero tropas rusas han atacado hoy en algunos puntos de Ucrania. Bombas de artillería han caído en la ciudad de Beimut, al este del país.
En teoría, desde las doce del mediodía, hora local, y hasta las doce de la noche de mañana sábado, Putin había decretado un alto al fuego tras 317 días de guerra. Lo hacía, según él, para permitir a los fieles de ambos países disfrutar y celebrar la Navidad ortodoxa con cierta normalidad.
Sin embargo, la realidad está siendo otra. Rusia justifica estos ataques diciendo que está respondiendo a la ofensiva de Ucrania. El Gobierno de Kiev rechazaba desde ayer esta tregua, ya que la consideran una "trampa" con la que pretenden detener el progreso militar de las tropas ucranianas en el este del país y aprovechar ese tiempo para traer más hombres y equipos.
Desde Kiev, Oleksandra, que nos lleva contando en 'La Tarde' desde el inicio de la guerra cómo es la situación en la ciudad, apunta que la opinión de la población civil coincide con la del gobierno ucraniano. "Hemos tenido sirenas aéreas desde las doce hasta las dos", cuenta. "Nosotros no creemos en ninguna tregua. Además, ¿cómo puede pedir una tregua alguien que está teniendo sus fuerzas armadas en un país ajeno?", refiriéndose a Putin. Oleksandra cree que son los ucranianos los únicos que pueden decidir si hay un alto al fuego o no. Precisamente ha recordado que en la pasada Semana Santa Ucrania pidió una tregua y Rusia la rechazó, produciéndose ataques durante el día de Pascua.
En cuanto a cómo se comporta la población cuando se preve un posible ataque, y si se han acostumbrado tras casi un año desde la invasión rusa, Oleksandra indica que "cada sirena que escuchamos es totalmente diferente". Después de los últimos ataques a Kiev durante la pasada Nochevieja y el día de Año Nuevo, dice que mucha gente se va de nuevo a los refugios porque está un poco más asustada. "Yo estuve hoy en el metro durante el período de las sirenas, y estaba más lleno de lo normal", comenta.
Está siendo un comienzo de año bastante convulso dentro de las fronteras de Ucrania, y es que la situación ha empeorado en estas fechas. "Seguimos viviendo en la misma situación, a veces con más miedo, otras con menos", declara la ucraniana, "con preocupación sobre nuestro futuro, si nos caerá algo encima de nuestra casa o la de nuestros amigos".
Navidades atípicas en Ucrania
Por todo ello, no es de extrañar que no están siendo unas Navidades fáciles allí. Oleksandra cuenta que pudieron reunirse con algunos amigos en Nochevieja, aunque fue "diferente" a otros años, por supuesto. "Aún así, estuvimos todos juntos viendo la felicitación del presidente, que este año fue totalmente increíble porque las palabras que estuvo diciendo nos llegaron a cada uno al corazón". Lloraron, se abrazaron... Hasta que a las doce, tras las campanadas del Año Nuevo, empezaron a sonar las sirenas y las explosiones y la fiesta tuvo que terminar. Justo al lado del hotel donde se encontraba Oleksandra con sus amigos derribaron un dron. A pesar de ello, la ucraniana agradece que al menos pudieran pasar las fiestas todos juntos, que es lo más importante en estas circunstancias tan complicadas en su país.
Y es que lo que más echa de menos la población de Ucrania es su vida normal antes del conflicto, por lo que Oleksandra agradece que muchas tiendas, cafeterías y restaurantes, hayan dejado a un lado en cierta manera el horror de la guerra y hayan decorado sus establecimientos con motivo de las Navidades. "Echamos de menos la normalidad, sentarnos con tranquilidad, sin prisas, sin miedo".