La pista que puso a la Guardia Civil en aviso sobre el autor de la desaparición de dos temporeros de Jaén: "Ya era hora"

Llegó desde Senegal para trabajar en el campo, como tantos otros temporeros. La última vez que lo vieron fue el 5 de enero de 2022. Arrastraba una maleta roja y se dirigía a reclamarle a su patrón el dinero que le debía. Tenía planeado dejar su trabajo y tomar un autobús. Nunca llegó a su destino.

"Estaba harto de trabajar con ese jefe. Les explotaba", cuenta su primo.

Desde el primer momento, la Guardia Civil manejó la hipótesis de su muerte. Se centraron en las fincas de su empleador: Ginés.

Villacarrillo es un pueblo donde todos se conocen. Y muchos se preguntan si lo ocurrido con Ibrahima tiene relación con otro caso: la desaparición de Tidiany hace once años.

Tidiany también era temporero, también trabajaba para Ginés y desapareció cuando iba a reclamar su salario. "Pidió que nos subieran el sueldo. Se lo tomó mal", recuerda Namá, su primo. Los casos de Ibrahima y Tidiany son prácticamente idénticos. Dos jornaleros africanos, dos desapariciones, un mismo patrón. 

Uno de los primeros en intentar esclarecer la desaparición de Tidiany fue el sacerdote Jesús Castro, de la Diócesis de Jaén. Ginés fue condenado en 2016 por explotación laboral, pero absuelto por la desaparición de Tidiany.

"Cuando vi que había otro desaparecido, con el mismo patrón, no podía creerlo", cuenta el sacerdote.

Un documental que lo cambió todo

Apenas unas semanas después del estreno del documental El mal patrón, la Guardia Civil detenía a Ginés por la desaparición de Ibrahima Diouf. Para el periodista Sergio Rodrigo, que ha seguido el caso durante años, la noticia solo confirmó lo que muchos ya sospechaban.

“Lo primero que pensé fue: ya era hora”, afirma. “La Guardia Civil llevaba mucho tiempo detrás de él, atando cabos. Era su principal sospechoso y, aunque ya habían registrado sus propiedades y su entorno familiar, todavía no lo habían detenido. Ahora, por fin, está a disposición judicial”.

Ginés, empresario agrícola de Villacarrillo, es una figura bien conocida en la zona. Fue condenado en 2016 por explotación laboral, pero quedó absuelto por la desaparición de Tidiany, el primer temporero que trabajó para él y nunca volvió a ser visto. “En su momento hubo muchísimos indicios, muchas pruebas presentadas por la Guardia Civil, pero no fueron suficientes para enviarlo a prisión”, explica Rodrigo.

Esta vez, las investigaciones han sido más exhaustivas. “La Guardia Civil ha puesto toda su artillería para que nunca más un presunto delincuente pueda estar en la calle”, señala. Y las familias de los desaparecidos solo tienen una pregunta: “¿Dónde están sus cuerpos?”.

El documental de Rodrigo ha reabierto el debate sobre la explotación laboral y las desapariciones de temporeros en la provincia de Jaén. “Creo que lo que mostramos, las autoridades ya lo sabían”, admite. “Llevábamos años recopilando pruebas, esperando a este momento. No llegaba… y ha llegado justo ahora”.