La población de cotorras argentinas se expande en más de 150 ciudades españolas: "Son especies muy flexibles"

Durante el primer año del Covid se desató una huida de mucha gente de las grandes ciudades y una especie de fobia o rechazo a los grandes núcleos de población, que son precisamente lo que les gusta a nuestras siguientes protagonistas: las cotorras argentinas.

Y es que a ellas sí que les gusta y les atraen las grandes ciudades, hasta tal punto que se han expandido en más de 150 ciudades de la península.

Laura Cardador, investigadora del CREAF (Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales) ha liderado un estudio en el que colabora con otras universidades nacionales e internacionales y demuestran, al contrario de lo que pareciera, que las ciudades son un hábitat favorable para las cotorras.

La primera conclusión de esta investigación que Cardador ha explicado en 'La Tarde' con Pilar Cisneros y Fernando de Haro, es que las ciudades son medios que “parece indicar que son ambientes favorables para ellas”. Y es que a pesar de que la introdujimos nosotros, “porque eran mascotas”, sucedió que “algunas se escaparon” y mantuvieron una vida plena en las ciudades.

Las cotorras “son especies muy flexibles”. Porque mientras que “en las ciudades, que a nivel de otras especies se ha perdido biodiversidad”, explica Cardador, las cotorras se han expandido. “Sería una mezcla de adaptarse a los cambios, encontrar alimentos y han encontrado una zona en la que no han encontrado depredadores”, apunta la investigadora.

Con el proyecto se pretendía “desarrollar un modelo para predecir hacia donde podría expandirse más”. La intención era determinar si “podría tener efectos a nivel humano”. Pusieron especial interés en las agrícolas, donde “el impacto socio económico podría ser mayor”. Y es que, las cotorras “son capaces de innovar” y se teme que “a medida que crezcan” podrían llegar a zonas rurales.