De Toledo a Perú: el invento de unas estudiantes españolas para ayudar a las tejedoras con sus telas

Imagina que tu trabajo consiste en transportar objetos, pero no con un medio de transporte, sino llevándolo a tus espaldas. Piensa ahora en las consecuencias que esto tendría para tu espalda. Nada bueno. Esta es la situación que viven varias mujeres de una aldea de Perú, a las que no se las ha permitido trabajar y que, a escondidas, realizan esta acción para tratar de conseguir algo de dinero gracias a sus tejidos.

Pero puede que todo esto cambie de un momento a otro gracias al proyecto de unas estudiantes del grado de automoción en un instituto de formación profesional. Ellas, Marta y Anaís, junto a sus dos profesores, Mercedes Pedraza y Daniel, han explicado en qué consiste en La Tarde de COPE a Fernando de Haro.

¿Qué es la "tejecleta"?

El invento ha conseguido el Primer Premio de Transferencia de Conocimiento de FP convocado por FPempresa y el grupo Esprinet en la que ha sido su tercera edición. Pero, ¿de qué se trata? La denominada "tejecleta" consiste en una bici adaptada para que las mujeres que antes mencionábamos tengan que hacer menos esfuerzo a la hora de desarrollar su trabajo. Gracias a su doble transmisión recorren las mismas distancias que antes sin que su espalda sufra tanto.

Tal y como detallaba Mercedes Pedraza, profesora de este grado en el IES Alonso Quijano, "este sistema tiene dos cadenas en la parte trasera. Y en la superior de la rueda trasera le hemos colocado un sistema para que coloquen sus cestas". Antes todo lo llevaban atado a la espalda mediante una tela, lo que hacía que fuese lento y vendieran poco. Es por ello por lo que al conocer la situación "pusimos en marcha el proyecto", argumentaba.

Todo esto no podría haber salido adelante sin la ayuda también de Daniel, otro de los profesores de automoción que forma parte de la Asociación Indakana. Esta "surge de un grupo de amigos de Almería para recaudar dinero" y destinarlo a jóvenes vulnerables en distintas zonas de Perú, lugar al que viajaron en 2015 y donde conocieron "las necesidades y el dinero que pierden en el camino", apuntaba.

Marta y Anaís, dos alumnas comprometidas

Si hay otras dos personas que también son una parte fundamental de este proyecto son Marta y Anaís, dos alumnas del grado que hicieron todo el proceso de elaboración en el instituto gracias a las ayuda de las chicas de la localidad. La primera de ellas comentaba a Fernando de Haro que la idea de la doble tracción fue de todos y es una "solución fácil para que el esfuerzo sea menor".

A la hora de rediseñar la propia bicicleta era fundamental aplicar la transmisión para ponerle carga a las telas, similar a duplicar la parte trasera. Si algo queda claro es que este trabajo ha ayudado a ver a los alumnos que "son capaces de tener una idea y desarrollarla", declaraba Mercedes, que finalizaba su intervención declarando que sin duda alguna "un proyecto se convierte en un gran proyecto cuando estás ayudando a otra persona y ves su sonrisa".