Trabaja como intérprete judicial en Toledo y no da crédito a lo que le dice el juez al llegar a una vista: “Tuvo que pedir disculpas”

Ella se llama Crina y contaba en 'La Tarde' en qué consiste su trabajo y cómo llegó a desempeñarlo

Ana Rumí

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Si alguien nos pregunta sobre profesiones que se desempeñen en un juzgado, inmediatamente nos saldría decir “juez”, “abogado”, “acusado”o “fiscal”, pero rara vez pensamos en otras figuras que son igual de importantes para que salga adelante una vista judicial. 

Y de una de esas figuras hablamos en 'La Tarde', y es la de intérprete judicial. Normalmente, pasa desapercibida, pero es fundamental para que se desarrolle un juicio. Por supuesto, se trata de una profesión que consiste en traducir lo que diga alguien de la sala que sea importante.

Puede ser desde un acusado hasta un abogado o testigo, todo, es posible. Es lo que hace Crina aunque, al ser un trabajo tan específico, no tiene un horario concreto ni siempre es igual.

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Un juicio

Ella es rumana, y, desde hace 7 años, trabaja como intérprete judicial en la provincia de Toledo y en el sur de Madrid. Todos los días deja una ropa acorde para el juicio en su coche, por si fuera el caso de que le llaman y tiene que acudir rápidamente al juzgado.

“La labor consiste en traducir para aquellas personas extranjeras que no dominan el español o muy poco, los términos jurídicos, no todos los comprenden. Traducimos en dependencias judiciales y las de la Policía o Guardia Civil” comenzaba explicando en 'La Tarde'.

Lo que pasó en su primer día como intérprete judicial

En el caso de Crina, solo traduce del español al rumano, su idioma nativo, o viceversa. Dice que ella conoció esta vocación cuando estudiaba Relaciones Laborales, dándose cuenta de que el Derecho era algo que le atraía muchísimo. 

      
             
      

“Tuve una especie de parón en mi vida laboral e investigué cómo sacar partido al hecho de que hablo un idioma extranjero y descubrí esta figura. Había que cumplir requisitos y me enfoqué en la interpretación y no la traducción” expresaba.

Lo cierto es que, desde que comenzó hace siete años a trabajar como intérprete, ha descubierto que es algo que le hace inmensamente feliz y que le reporta mucha alegría, aunque, en ocasiones, también mucha tristeza.

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Juzgados

“Cuando empecé a trabajar había cosas que me afectaban mucho, pero es trabajo, tienes que ser fuerte y tu trabajo es traducir y hacerlo lo mejor posible. Es duro pero te acostumbras” confesaba.

      
             
      

Eso sí, el primer día de su trabajo, tuvo una experiencia que siete años después no ha olvidado. Y todo tuvo que ver con su atuendo. “El juez me confundió con el acusado, me formuló las preguntas como si yo fuera el acusado, rectificó, pidió disculpas...Le dije que era la intérprete y empecé a hacer de ello” contaba.

Tanto es así, que ha confesado que nunca más irá con deportivas a un juicio, y siempre con tacones.

Un trabajo imprevisible

Crina cuenta que, como norma general, le avisan con una antelación de 48 horas para acudir a un juicio pero que, muchas veces, no hay previsión y tiene que ir según le llaman. Sobre todo, si se trata de acudir a traducir en dependencias policiales. 

      

“Nunca sabemos de qué se trata, para quién vamos a traducir. Te cuentan ahí de qué se trata. En la mayoría de casos que atiendo son por temas de violencia de género, también para asesinos, narcotraficantes, para víctimas...Todo tipo de perfiles que lo han necesitado” explicaba.

Se toma, y mucho, en serio su trabajo, por lo que reconoce que de vez en cuando siente mucha presión. “Ellos cuando declaran se ponen a hablar, dicen frase tras frase con muchos datos que una intérprete tiene que memorizar para traducir en el momento” decía.

Y, por si se te pasa por la cabeza dedicarte a ser intérprete judicial, explica los requisitos que cree que un buen profesional debería tener. “Conocer, entender términos jurídicos y capacidad de memorización importante en el momento. Queda raro que te tengan que repetir las cosas, tu trabajo se limita a traducir lo que te dicen” sentenciaba.

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