Las mejoras que trae la Fórmula 1: motores híbridos y combustibles ecológicos
En 'Lo que Viene', José Ángel Cuadrado y Javier Castilla analizan cuáles son las innovaciones que van de la Fórmula 1 a los coches de calle
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las mejoras de la Fórmula 1 también tienen cabida en los coches de calle: chasis de fibra de carbono, controles de tracción, motores híbridos, cambio de levas,... todo ello tiene en común que han salido de la categoría reina del automovilismo. Más allá de esos elementos, hay más componentes. Por ejemplo, el turbocompresor. Aprovecha los gases que expulsa el coche para inyectar más aire en la mezcla del combustible, es decir, genera más potencia con el mismo consumo.
Que se produzcan estas inversiones en los avances tecnológicos favorece que luego resulten más baratos a los consumidores habituales. La electrificación todavía tiene mucho camino por recorrer, pero en la Fórmula 1, desde 2014, los motores son híbridos, lo que puede facilitar que en el futuro los coches de calle puedan tener estas innovaciones a precios más razonables. Sobre todo, teniendo en el horizonte que en 2035 los coches gasolina, diésel e híbridos estarán prohibidos.
Los combustibles sintéticos serán lo siguiente en la Fórmula 1. A partir de 2026 serán los únicos permitidos, con lo que se reducirá a cero la cantidad de C02 emitida con el motor en marcha. Este tipo de fuel, tal y como explica José María López Martínez, director instituto universitario del automóvil, es una “réplica ecológica de los combustible tradicionales”. Por tanto, con este tipo de combustible “no es necesario modificar los motores tradicionales”, es decir, se podrían mantener los coches como los que existen en la actualidad sin necesidad de cambiar los motores. Eso sí, el valor añadido de estos mecanismo es que “permitirían una reducción drástica de los niveles de CO2”, clave a la hora de combatir el cambio climático.
Este tipo de combustibles tienen una formulación muy compleja. Nos la describe Mario Sánchez Sanz, catedrático de mecánica de fluidos de la Universidad Carlos III: “Se forman a partir de hidrógeno y dióxido de carbono, que se combinan”. Para determinar el nivel de sostenibilidad, hay que mirar con retrospectiva, como nos cuenta Sánchez Sanz: “El origen de esos componentes determinan la huella de carbono”, ya que “para la automoción, solo es viable si el hidrógeno que se necesita viene de fuentes renovables”. Por tanto, hay que vigilar cuánta huella de carbono genera, es decir, cuánto contamina el proceso de producción de estos gases. El catedrático apunta que “si se puede asegurar, puede ser una buena opción”.
El futuro va a exigir que los coches del futuro sean eléctricos, aunque también se permitirán los híbridos si tienen emisiones muy limitadas. Actualmente ninguno de los vehículos híbridos en el mercado cumplen con este baremo que exige la normativa. Todo ello, mientras el mercado de los eléctricos los sitúa en un precio muy elevado.