El aviso de una neuropediatra a los padres que van con sus hijos a restaurantes: "Hazlos partícipes"

Lo que sucede durante los tres primeros años de nuestra vida puede marcar el resto de nuestra existencia. Tanto es así que, de hecho, el 85 por ciento de las estructuras cerebrales se forman durante este periodo de tiempo.  

María José Mas acumula 24 años de experiencia en el campo de la neuropediatría. El desarrollo y la comprensión del cerebro de los más pequeños, además de trabajo, es su pasión. Ha visitado 'Lo Que Viene' para explicar que practicas habituales son, y no, recomendables para potenciar al máximo las habilidades de los bebés, tanto en la actualidad, como las que puedan desarrollar de cara al futuro. 

los padres, imprescinidbles en la ecuacion

Mas habla del "lenguaje" como el factor más importante a tener en cuenta cuando se trata de establecer vínculos paternofiliales. Ya sea en su faceta "corporal, visual o verbal". Para escenificarlo, se sirve de una imagen que, cada vez más, vemos en los restaurantes, bares y demás lugares de ocio: los padres hablando y sus hijos con el teléfono móvil. 

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A este respecto, lo primero que arguye Mas es, "para que vas con tu hijo a un restaurante si le vas a dar una pantalla". Explica que los niños "deben ser partícipes de lo que sucede". La gracia está, añade, "en mostrarles un entorno en el que pueden disfrutar". 

Hablaba Mas de miradas que deben encontrarse entre padres e hijos. Sobre la necesidad de que exista una "interacción constante" entre ellos, con el objetivo de evitar que sean terceros, como por ejemplo las pantallas, los que ocupen esos lugares. 

¿podemos preparar a nuestros bebés para el futuro tecnológico?

Una de las grandes preguntas que cabe realizarse cuando se trata de educar a los más pequeños. Mas responde de forma irónica, ¿Nos prepararon a nosotros para usar ordenadores? Y, ¿se nos da mal utilizarlos? Para dos preguntas, una respuesta: No. 

La doctora pretende explicar que no podemos intuir cual va a ser el siguiente gran paso tecnológico que de la humanidad. ¿Significa eso que no podemos preparar a las generaciones más jóvenes para afrontar el futuro? En absoluto. 

Quiere decir que se debe apostar por ciertos métodos para hacerlo. Principalmente, favorecer que el niño confíe en si mismo y en sus capacidades, algo que "solo obtendrá teniendo una buena relación con sus progenitores".

Al respecto de la tecnología, las pantallas, como los cuentos o los juegos, forman parte de la vida de los niños. Negarlo no es producente. Por eso, introducirlos en sus vidas de una forma adecuada no tiene porque generar efectos adversos. El problema es la "pantalla niñera", es decir, la pantalla que los adultos ponen en manos de los pequeños para desentenderse un rato, por ejemplo, durante una comida en un restaurante. 

las capacidades de los niños asiáticos frente a las de los europeos

Las personas mejoramos en aquello que entrenamos. En Oriente, "a los niños se les somete a un estudio continuo". Si bien es cierto que eso favorece el conocimiento y la organización, también lo es que disminuye el espacio que le queda a la creatividad.

Sin embargo, en Occidente, tenemos una forma de aprender que favorece más la creatividad o, dicho de otra forma, que los niños aprendan cómo quieren hacer las cosas. Al final, cuando contraponemos culturas, todo se trata de encontrar que fortalezas y que debilidades existe en una frente a la otra.

consejos para mejorar la interacción teconológica entre padres e hijos

El primero que recomienda la doctora es "apagar el teléfono móvil cuando estás con tu hijo menor de tres años". Es ese momento, el niño está generando, literalmente, un millón de conexiones por segundo, y cada una de ella es aprendizaje. "Si le das el móvil, el niño aprende móvil y no lo que tú quieres que aprenda". 

En segundo lugar, poner "normas claras, pocas, pero claras". Por ejemplo, cuando queramos que el niño se enfrente a una actividad, démosle una serie de indicaciones, no demasiadas, pero sí concisas, para ver como la hace y observar si completa la tarea de forma creativa. También para ayudarle en aquel paso en el que esté fallando, si llega a suceder. 

Finalmente, el último 'tip' que lanza la doctora es no olvidarnos de las caricias, los abrazos y los besos. Son "fundamentales", porque hacen que los niños se sientan seguros.