Dos meses después de la DANA los damnificados siguen esperando las ayudas: "De las del Estado nadie sabe nada"
En 'Mediodía COPE' hemos escuchado el testimonio de Christian Lesaec que se salvó junto a su mujer y sus hijos porque no estaban en casa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Los vecinos de Paiporta, Picanya, Aldaia, Catarroja, Algemesí, Benetúser, Masanasa o Alfafar están pasando unas de las Navidades más amargas de su vida. Vida que les cambió hace precisamente dos meses, el 29 de octubre.
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A las 19.00 horas de la tarde de aquel martes, una riada se llevó vidas, casas, coches por delante, y lo embrolló todo. Lo que era normal lo convirtió en irregular, en un desastre.
A Christian Lesaec y a su familia les pilló como él dice "haciendo vida normal. Haciendo compra, nos pilló en el supermercado, estábamos comprando. De lo que nos alegramos es que estábamos todos juntos".
Porque ¿qué hubiera pasado si alguno de sus cuatro miembros, o Christian o su mujer o sus dos niños hubieran estado en su casa? Imposible imaginar. Ahora lo que era su hogar no tiene comedor, ni baño, ni cocina, y por supuesto, no tiene garaje.
"Fue una vecina la que nos dio la alarma y nos salvó la vida. Porque fue ella la que llamó a mi mujer cuando estaba en la caja y le preguntó qué hacíamos en el supermercado. Y ella nos contestó que íbamos a comprar. Y entonces le dijo, sal de allí, que se está inundando la casa, corre, vete. Y a partir de ahíes cuando ya nos vino todo lo que nos vino", recuerda en Mediodía COPE el que es presidente de la Asociación de vecinos en defensa de los derechos de los afectados por la DANA del 29 octubre 2024.
Tras la llamada de la vecina, Christian dejó a su mujer y a sus hijos en el coche. Él regreso solo a su casa "cruzando dos calles para ver si se podía llegar bien. Se podía llegar bien, dejé las compras y volví a por ellos. Y cuando volví ya no se podía pasar. A pesar de ello, conseguimos cruzar con agua al principio por los tobillos la primera calle y en la segunda calle ya nos llegaba hasta las rodillas. Y a partir de ahí, una pelea con mi coche, con mi moto, intentando salvar la casa y todo eso", va recordando admitiendo que fueron errores que hoy, dos meses después, no cometería..
Estamos aprendiendo todos hasta los políticos
La familia Lesaec se salvó refugiándose en la parte de arriba de su casa, aun así Christian estuvo un rato en la calle, expuesto al peligro porque pensó que el agua bajaría de un momento a otro, "nadie pensaba que el agua iba a seguir subiendo. Lo que pensábamos es que era un chaparrón que sube y que baja. Porque es verdad que esta zona es inundable y no es la primera vez que tenemos inundaciones, pero son pequeñas inundaciones, que nos da un poco el agua, que igual llega a la acera como que no. No nos esperábamos esto", admite y reflexiona.
En estos dos meses, los vecinos de las zonas afectadas han pasado por muchas fases. "Primero fue la propia supervivencia, luego garantizar tu propia seguridad, después intentar volver a las rutinas", afirma porque "estamos todos aprendiendo sobre la marcha. Y cuando digo todos, no solo digo la población. Por desgracia, también los consistorios. Yo diría que hasta el gobierno autonómico y nacional".
Cambios que también se ven en la propia calle, "hace dos o tres semanas, si me hubieras llamado, te estaría contando que las calles estaban llenas de lodo y de muebles destrozados, de coches cruzados y que no había forma de llegar ni de circular. Eso ya no está. Pero hace dos semanas no tenía ni idea de otros problemas que están surgiendo y que nos estamos encontrando ahora. Y si me llamas dentro de dos semanas, seguramente te contaré otros problemas que no me imagino ahora".
No han llegado todas las ayudas
Sobre las necesidades que siguen teniendo los damnificados, el presidente de la Asociación de vecinos en defensa de los derechos de los afectados por la DANA del 29 octubre 2024, recuerda que depende de muchas cosas. "Dependen de la casuística de cada uno. Por ejemplo, las casas bajas, lo que siguen necesitando son ventiladores, deshumidificadores, cañones de secado y estufas. Las viviendas, las fincas, están teniendo serios problemas, es verdad que los garajes ya no tienen coches, o no todos, porque aún quedan coches y los garajes siguen teniendo restos de lodo, hay muchos ascensores que siguen sin funcionar, los garajes no tienen la ventilación, no tienen el sistema eléctrico, con lo cual no se pueden utilizar".
En Catarroja está surgiendo un problema. Esta población de 30.000 habitantes empiezan a tener coches, ya sea porque se los han comprado, porque le ha llegado la ayuda, con lo cual ahora estos municipios empiezan a tener circulación que antes no tenían, pone como ejemplo.
Christian agradece la generosidad de todos los que se desplazaron en los primeros momentos a ayudar desinteresadamente, aunque reconoce que ahora ya no se necesitan tantos voluntarios, "ahora la limpieza que necesitamos es una limpieza más fina. Ahora no necesitamos la mano de obra que era necesaria en aquel momento y que era importantísima".
¿Y las ayudas te han llegado? ¿Y al resto de afectados con los que tienes contacto también?"A mí me llegaron, a mí me llegó las 6.000 de la Generalitat y a los socios yo te diría más o menos. Y en cuanto a las ayudas del Consorcio, también es dispar, pero va llegando. En mi caso, por ejemplo, la ayuda de mi vivienda sí que ha llegado, en cambio de los vehículos, no. En cambio, las ayudas del Estado, de esas nadie sabe nada", concluye agradeciendo ir recuperando poco a poco la normalidad.