Cebollas, pasos de baile o medusas: las nuevas formas de energía para nuestra vida cotidiana

Cinética, ósmosis, bioluminiscencia..., todo se puede aprovechar para producir energía alternativa a la luz o el gas

Redacción Mediodía

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Este lunes comenzado semana pagando la luz a 267,09 euros por megavatio hora, un 9,5 % más que ayer y 160 euros más que hace una semana. Y el gas no se queda atrás, lo pagamos a 144 euros el megavatio hora, cuando hace una semana estaba a 87,93 %.

Viendo estos precios y lo lejos que estamos de una bajada, en Mediodía COPE proponemos un ejercicio: vamos a pensar en nuevas fuentes de energía, ¿qué se te viene a la cabeza?

De entrada: la energía solar, la eólica, la nuclear, la que aprovecha las corrientes marinas... ¿Alguna más? Pues, aunque no lo creas, hay otras maneras en las que las personas podemos generar electricidad. Algunas están en pañales podríamos decir. Se está experimentando con ellas en grupos de investigación de universidades de todo el mundo o por empresas y emprendedores que deciden aventurarse a conseguir energía de una forma más barata y sostenible.

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Por ejemplo, en California hay una empresa mayorista de cebollas que ya ha conseguido ahorrar medio millón de dólares en sus facturas utilizando como energía sus propias cebollas. Sí, además de hacernos llorar si exprimimos la cebolla podemos convertir su jugo en metano y con él producir electricidad.

Otro ejemplo: ¿has oído hablar de la bioluminiscencia? Es un fenómeno que podemos observar en animales como las medusas o las luciérnagas. Incluso en algunas bacterias. Estos organismos producen luz fluorescente de forma natural a través de una reacción química. Las posibilidades para aplicar este proceso natural a la producción de electricidad ya se están probando, por ejemplo, en París para iluminar algunas de sus calles. De generalizarse, podría suponerle un ahorro de un 20 % en su factura eléctrica.

Otra posible fuente de energía de la que España tiene mucho que decir es la geotermia, el calor de la tierra, el que podemos aprovechar de la actividad volcánica. Islandia aprovecha la energía procedente de los volcanes en su territorio desde hace años. Junto a la geotermia tenemos la termoeléctrica que consigue aprovechar esa energía de la tierra perforando el subsuelo. Gracias a eso se obtiene un vapor en superficie que se inserta en una turbina donde se convierte en electricidad. Esto no es algo que acabe de empezar a caminar, ya se emplea en edificios como hospitales o centros comerciales como ha contado a Mediodía, Margarita de Gregorio, experta en geotermia.

Esta fuente de energía ya se emplea en todo tipo de edificios y en comunidades de vecinos. Es una tecnología que empieza a verse en España, pero que puede ser considerada nobel frente a la fotovoltaica, por ejemplo.

La inversión inicial es mayor que otros tipos, pero el ahorro es considerable -entre un 25 y 30 %-, de la actual factura eléctrica. También se nota en términos de eficiencia energética porque, al fin y al cabo, no es lo mismo calentar una temperatura ambiente que una del subsuelo.

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Otra fuente de energía que comienzan a caminar en serio es la ósmosis o energía azul.Para obtenerla solo se necesita agua, sal y una membrana permeable. Algo que ya se emplea en plantas desaladoras de nuestro país en Canarias o en la zona del Levante.

Y del mar de nuevo a la tierra para hablarte de la energía del movimiento, la cinética que provecha el desplazamiento que hacemos para caminar, bailar o circular en nuestro coche para generar electricidad. Ya funciona por ejemplo en la estación central de Estocolmo donde la calefacción del edificio funciona con el movimiento de los viajeros por la estación. O en discotecas de japón donde las luces y focos funcionan gracias a los pasos de baile de sus clientes.

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