En 'Mediodía COPE'

Con la ola de calor, aumentan las picaduras de las víboras del norte

Es lo que le ha pasado a David Medín, iba descalzo andando por la playa en las proximidades de Ferrol y le picó una víbora de Seoane o víbora del Cantábrico.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Porque en el norte de España hay víboras autóctonas. Se las denomina víbora de Seoane y en verano se dejan ver, "los ofidios son animales de sangre fría y necesitan calor y con esta ola de calor que estamos teniendo en Galicia se vuelven más activos y todos los veranos atendemos en los servicios de urgencias mordeduras de oficios y sobre todo de víboras" explica el doctor Daniel Rey Aldana, médico de familia y presidente de SEMERGEN Galicia.

Por lo tanto es una "patología ligada a la estacionalidad" dice el doctor Rey, pero que pilló por sorpresa a David Medín que no sospechó que el pinchazo que sintió mientras andaba por la arena le iba a paralizar la pierna, "noté un simple pinchazo al principio, ni siquiera llegué a verla, pensé que era un simple pinchazo y cuando llegué a la ambulancia me dijeron que era una víbora, luego te sangra un poco, salen dos puntos negros y después se te paraliza la pierna" cuenta en 'Mediodía COPE', David que sigue sin poder plantar el pie, "no duele mucho, es aguantable, luego cuando comienza el hinchazón ya si duele. Te asustas mucho, ahora llevo un par de días en casa, en reposo y tengo para bastante, no puedo apoyar el pie".

¿Qué tenemos que hacer si nos muerde una víbora? "Primero y ante todo no ponernos nerviosos, limpiar la herida con un antiséptico si tenemos a mano, si no lavar bien con agua y jabón; lo segundo, mantener la calma porque con el estrés y la ansiedad aumenta el ritmo cardíaco y el veneno se difunde más rápido y buscar ayuda especializada en el centro de salud más próximo" y sería muy importante, "si es posible" dice el doctor Rey Aldana, "capturar al animal sin sufrir más riesgos porque facilitaría el tratamiento específico de forma precoz".

Recuerda y tranquiliza el doctor Rey Aldana que en "la Península Ibérica los médicos conocemos la picadura de la víbora porque es el único ofidio venenoso que tenemos y cualquier mordedura de ofidio que tenga dos orificios de entrada y que después de un periodo de observación aparece la zona de necrosis de los tejidos donde ha sido mordido o la hinchazón ya nos da pistas y nos indica que hay que ser tratado con el suero antiofíbico", suero que tienen todos los hospitales y que solo se necesita en algunos casos, no en todos, "solo en los casos de mayor severidad, si la vida del paciente está en riesgo".

Tampoco deja secuelas, "lo normal es que cuando pasen 10,15 días el paciente recupere la normalidad, claro todo depende de si el paciente es un adulto joven o un anciano o pediátrico que tendrían un tratamiento más especial".

Temas relacionados