Crean un exoesqueleto para niños con parálisis cerebral

Es una historia que, sin duda, emociona. Su protagonista es Miguel, un adolescente que fue un niño prematuro después de nacer tras 27 semanas de gestación, casi siete meses. Pesaba tan solo un kilo y 30 gramos. El parto fue muy complicado y como consecuencia, Miguel sufrió una hemorragia que derivó en una parálisis cerebral.

Al principio los médicos no sabían como le iba a repercutir en su cuerpo y con el tiempo vieron que le había afectado a los cuatro miembros de su cuerpo, tenía tetraparesia espástica.

Esta enfermedad elimina la elasticidad del músculo y presiona al hueso. Una vez cumplidos los trece años, a Miguel le intervienen quirúrgicamente. Le hicieron una serie de incisiones en los músculos de su su cuerpo para poder ganar en elasticidad y además retocar huesos como la rotula que habían quedado afectados. Desde entonces está mucho mejor y hoy en el Hospital Niño Jesús de Madrid ha dado un paso de gigante.

Miguel va a empezar una terapia con un exoesqueleto que le va a permitir corregir las señales que le envía el cerebro. El joven piensa en mover una mano y, en ocasiones, lo que se mueve es la pierna. Ahora con este aparato de 60 kilos está más cerca de poder andar con mayor seguridad. Una de las personas que ha observado este avance es Ana Belén, su madre, ha pasado por los micrófonos de 'Mediodía COPE' y ha señalado que “las expectativas son muy grandes”. Actualmente “su cerebro sigue mandando una orden que no es la correcta y con este robot lo que se intenta es que el patrón de marcha cambie”.

Ignacio Martínez, traumatólogo del Hospital Niño Jesús de Madrid, también ha explicado que el objetivo de el exoesqueleto es “la reeducación en la fuerza y en la coordinación del movimiento”. La única limitación que tienen es que están ideados para personas que mida entre 130 y 180 centímetros, aunque se está trabajando en ”construir robots para niños más pequeños” ya que podría resultar más beneficioso según comentaba Martínez.