Dos vecinos de La Coruña se compran un Seat Panda y toman una decisión que les cambia la vida

En 1980, Seat presentaba su Panda, un coche que tuvo un tirón espectacular. Si no estaba en tu plaza de garaje, estaba seguramente en la del vecino. Todo un icono de aquella época, que competía con el Ford Fiesta, el Opel Corsa o el Renault 18. Tal fue su éxito, que en 1984 ya teníamos la saga de los Panda.

40 años después, a algunos de esos coches les quedan muchas aventuras por vivir y en 'Mediodía COPE' nos hemos hecho eco de una de ellas. Todo arranca con Alfonso y Ángel, dos coruñeses, de 32 años, que son amigos desde los 13. Siempre han compartido una gran afición: les encanta la Fórmula 1.

Un día, ven el anuncio de una persona que vendía su Seat Panda, del año 1986 y se lían la manta a la cabeza. Se van a ir los dos, en marzo, con ese coche a recorrer 3.000 kilómetros por los desiertos de Marruecos en una carrera, la 'Panda Raid'. Ángel ha pasado por los micrófonos de COPE para explicar qué esperan de esta aventura y cómo se preparan para ella.

Conducir por el desierto con un Seat Pand de 1986

"Estamos muy dedicidos, pero es todo una aventura", comienza asegurando a Pilar García Muñiz. "Ya conociamos la carrera de casi siempre, vimos la oportunidad, el coche que lo teníamos cerca de nuestra casa y fue como que se alinearon los astros", ha asegurado.

Respecto al coche, tuvieron un flechazo con él, lo compraron nada más verlo, en "apenas 5 minutos". "Tiene más años que nosotros, así que imagínate. Tiene los achaques de cualquier coche de esos años, pero es un coche escuela, aprendemos mucho con él y él aprende con nosotros", añade Ángel.

Una de las grandes dificultades, más allá de la falta de aire acondicionado en el desierto, es que el coche no tiene GPS, aunque su uso tampoco está permitido en la carrera.

"Es un raid al más puro estilo de las carreras de los 80. Tienes una libreta como guía que se llama 'roadbook' y básicamente lo que tiene son como puntos de ruta. Tú tienes un kilometraje y te va indicando puntos, señales o incluso una montaña o un árbol, y en ese kilómetro tienes que girar x grados a la derecha o a la izquierda", relata Ángel en 'Mediodía COPE'.

40 CV, a 40 grados y sin GPS

En marzo, se embarcarán en 6 o 7 etapas por el desierto, en una prueba que asegura que es "accesible para casi todo el mundo", ya que no requiere "una gran preparación".

Más allá del reto que supone conducir un coche que tiene apenas 40 CV, su amistad de casi 20 años está 'en juego'. "Es lo que más hablamos, si conseguimos salir más amigos aún y no matarnos será una experiencia increible", confies entre risas.

A falta de unos meses para la carrera, Alfonso y Ángel todavía tienen que decicir cómo van a ir hasta Marruecos: "Hay incluso equipos que han ido conduciendo desde Polonia, pero nosotros aún no sabemos si lo haremos así o bajaremos en un camión con el coche. No se que puede ser peor, si ir por la autovía o por el desierto".