Un escritor alemán, sospechoso de matar y enterrar a su amante hace 38 años

En 1999 se encontró el cadáver, envuelto en una sábana con una palabra alemana

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Un crimen muy sorprendente está a punto de resolverse 38 años después. Este martes estaba citado para declarar el único acusado de un crimen que sucedió en 1981 en una casa cercana a Manresa. El titular del juzgado de instrucción número 4 de Manresa acaba de acordar dejarle en libertad provisional, sin fianza.

La víctima, Carmen Fraile, desapareció a principios de los años 80 y en el año 1999, una pareja encuentra en su jardín de su casa de Sant Salvador de Guardiola, en Barcelona, los restos óseos de una persona enterrados cuando querían plantar un árbol. Años después se conoce que eran los de Carmen, asesinada con un tiro en la cabeza. Sus restos desvelan algo más: estaba embarazada de seis meses.

Al parecer, la joven había mantenido una relación con el escritor de origen alemán Manuel Macarro, que estaba casado y tenía tres hijos. Según las pesquisas, él vivía con su mujer y su familia en Madrid, pero en octubre de 1981 alquiló una casa cerca de Manresa para pasar unos días con Carmen Fraile, a quien había dejado embarazada. Desde el momento en el que desapareció, Josefa, la hermana de Carmen, no ha dejado de buscarla.

Una de las personas que ha estado detrás de esta laboriosa investigación es el jefe en Cataluña del área de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil, Carlos García Espejo.

En Mediodía COPE, el agente ha contado la versión del acusado: “A nosotros en un primer momento nos dice que no la conoce, luego divaga un poco en el sentido de que quizá la conociera pero no se acordaba muy bien, que él sí que había estado en la finca pero se fue y le dijo que a los dos días volvería con la familia y que cuando volvió ella ya no estaba... Todas las explicaciones que nos dio eran muy etéreas”.

También ha hecho alusión a la sábana que encontraron y que envolvía a la víctima y que tenía una palabra en alemán: “Dentro de las personas que estábamos investigando, teníamos a uno de nacionalidad alemana. Y bueno, eso nos chocó un poco, que donde estuvieran envueltos los restos óseos tuviera una etiqueta en alemán”. Por último, el agente ha demostrado cómo se sienten tras resolver el caso. “Lo que queremos es dar una satisfacción de manera global a la sociedad, pero de una manera particular a la familia. O sea, por eso somos tan pesados, porque tenemos que darle una respuesta a la familia. Ellos ahora están muy agradecidos y saben dónde tienen que ir a llevar flores”, ha contado