Esther, conductora de VTC, una de las 392 personas que van al paro por el decreto de la Generalidad

El Mobile World Congress ha terminado ya. Han sido unos días donde se ha hablado de telefonía móvil, de 5G o de inteligencia artificial. Estos han sido los temas principales pero ha habido un protagonista en la sombra: el transporte.  Y es que ha sido el primer gran congreso que acoge Barcelona sin las VTC. Después de que la Generalitat anunciara un decreto que establecía que para utilizar un VTC había que precrontatar sus servicios 15 minutos antes la respuesta por parte del sector no se hizo esperar. Anunciaron que abandonaban Barcelona.

Y es que a esa precontratación, este decreto también incluía otras medidas restrictivas como que el coche no podía circular sin el cliente o restricciones en la localización del coche. Todo esto se anunció hace algo más de un mes y en el día de ayer la Generalitat aprobó este decreto. Claro, la pregunta es: si una empresa cierra ¿qué pasa con sus trabajadores? Pues la respuesta la hemos conocido estos días. La empresa Vector Ronda, propietaria de licencias de VTC ligada a Cabify ha anunciado un ERE que afectará a 392 personas. A esta cifra hay que sumarle otras 200 personas que se han ido ya de la empresa porque se ha acabado el contrato o por falta de perspectiva laboral.

Una de las conductoras es Esther Blanch que ha contado a Mediodia COPE que su situación ahora mismo es "estar esperando el finiquito". Este ERE es sólo el principio de una cadena de despidos. Llevan dos meses negociando el futuro de los trabajdores pero podrían verse afectados hasta 1200 personas. 

La situación de Esther

Fisoterapeuta y con 60 años. Así es Esther, que no pudo seguir ejerciendo la profesión de sus estudios por un problema en las manos. En ese momento tenía 55 y entró en "precaridad laboral". Es una situación dificil debido a que con esa edad es dificil encontrar puestos de trabajo. Entonces ahí fue donde entró las licencias VTC, "me reinventé, encontré un buen trabajo y bien pagado". 

Ahora, tras seis años en la empresa, Esther no sabe cual es el siguiente paso porque dice "no tengo alternativas". Aún así, se mantiene positiva y espera encontrar un nuevo puesto de trabajo para llevar comida a su casa.