Investigar al límite: ¿Por qué se saltó las reglas el científico muerto que estudiaba muestras letales?

El virólogo Estanislao NIstal ha explicado en Mediodía COPE que lo que manipulaba no era ni un virus ni una bacteria sino "una proteína patógena"

Redacción Mediodía

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Parece el argumento de una película de ciencia ficción con algún actor de Hollywood como protagonista. Pero la sinopsis de esta película por desgracia es real.

El escenario es el Laboratorio 4141 de la Universidad de Barcelona. Y el protagonista, un investigador de 45 años que muere por el mal de Creutzfeldt-Jacob, una enfermedad neurodegenerativa a la que se la conoce por ser el equivalente humano de la enfemedad de las vacas locas.

¿Qué es lo que ocurrió? Pues que en el laboratorio en el que trabajaba descubren, en una nevera, muestras no autorizadas. Muestras de líquido encefalorraquídeo de personas afectadas por Creutzfeldt-Jacob y que han demostrado ser, en algunos casos, "potencialmente infectivas".

Tres investigaciones abiertas

Pero no es una película. Es muy real y hay una persona que ha fallecido y que tenía muestras no autorizadas en la nevera de su laboratorio. Muestras con capacidad de infectar, que no se enviaron a analizar hasta dos años más tarde.

De momento, hay tres investigaciones en curso. La Universidad de Barcelona ya ha reconocido que sus instalaciones no reúnen las condiciones de bioseguridad adecuadas para manipular estas muestras "altamente sensibles". También están investigando el CIBER, que depende del Ministerio de Ciencia y el IDIBELL de Bellvitge.

Investigaciones que esperemos se conozcan cuanto antes y den una respuesta a preguntas como ¿cuáles son las condiciones de seguridad que hay que reunir para llevar a cabo una investigación así?¿Quién la autoriza y qué puede o no utilizarse?

Estanislao Nistal, virólogo y profesor de Microbiología de la Universidad San Pablo CEU, ha explicado en Mediodía COPE la particularidad de la investigación que llevaba a cabo el investigador fallecido, puesto que "no era un virus, no es una bacteria, no es un hongo, es una proteína que si entran en nuestro cuerpo pueden convertir a las nuestras en un agente patógeno. El investigador muerto se pudo contagiar por la ingestión, pero también se pudo contagiar por contacto con sangre o con las mucosas", explica.

¿Pueden estar tranquilos los amigos, la familia, se pueden contagiar quienes estuvieran en contacto con él? "Si no han estado en contacto directo no, no es como un virus o una bacteria que va por el aire, otra cosa es que no hubiera material aislado y hubiera gente que lo manipulara y entrara en contacto con ello. Por eso, este tipo de muestras requiere tener mucho cuidado", advierte el virólogo.

Además, es un material que solo se puede manipular y estudiar en laboratorios específicos, "los laboratorios P3 son laboratorios que tienen dos puertas. Por varios lugares estancos cerrados herméticamente. Hay que ponerse un traje especial, guantes para que solo trabajes con ese mono y cuando sales se quema. Tanto en estos laboratorios hay campanas de flujos y manejo de basuras muy escrupuloso, cualquier cosa que salga de esos laboratorios hay que eliminarla. Una persona que quiera trabajar con estos organismos tiene que estar preparada y tener permisos, que puede que esta persona no había conseguido y tiró por la calle del medio", subraya Estanislao Nistal.

El profesor de Microbiología concluye que los investigadores saben lo que están estudiando, "sabes que lo que manejas es muy peligroso y si trabajas con alguien también la puedes poner en peligro y con todas estas cosas en mente tienes que trabajar responsablemente", concluye.