Más cerca de acabar con las náuseas excesivas del embarazo: "El principio del fin de algo muy grave"

El jefe de Ginecología y Obstetricia del Hospital Cruces le asegura a Pilar García Muñiz que hay embarazadas que deben ser ingresadas hasta 2 meses por hiperémesis gravídica

Redacción Mediodía Raquel Pérez Polo

Publicado el - Actualizado

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Uno de los síntomas más frecuentes durante el embarazo son las náuseas y los vómitos. El 80 % de las mujeres los sufre durante el primer trimestre de gestación. Es algo normal... hasta que deja de serlo.

En algunos casos, en torno al 2 %, esto se convierte en un trastorno poco conocido, pero grave, que puede complicar y mucho el embarazo. Hablamos de la hiperémesis gravídica, una enfermedad incapacitante que puede hacer que la madre vomite sin parar: 30, 40 y hasta 50 veces al día. En lugar de engordar, pierde peso de forma exagerada y que, en muchos casos, se acaba en el hospital.

María perdió hasta 11 kilos al vomitar 15 veces a la hora

Es lo que le pasó a María Sanz. A las siete semanas de embarazo la tuvieron que ingresar. "Pase de 7 veces a la hora a vomitar 15 veces a la hora, perdí en un mes y medio 11 kilos y una masa muscular que me hizo ir en silla de ruedas", nos cuenta en Mediodía COPE.

María estuvo un mes y medio hospitalizada, a base de medicación para contener las náuseas y con aislamiento parcial.

A María no siempre la entendían cuando explicaba lo que le pasaba. Había cierta incredulidad entre la gente que la rodeaba, sobre todo, por el desconocimiento de la enfermedad.

“Cómete unas galletas saladas; un poco de jengibre, una rodaja de limón o haz ejercicios de respiración”, son algunos de los consejos que como María escuchan muchas mujeres que padecen este trastorno, aunque de poco sirven.

La hormona GDF15, causante de los vómitos

Además, se suele confundir con problemas psicológicos. Se cree que la embarazada exagera los síntomas o que se los provoca ella misma por un supuesto rechazo a su hijo. Es lo que le decían a Marlena Fejzo, la genetista estadounidense que acaba de descubrir el origen de esta enfermedad.

La doctora que ha dado con la clave, durante su primer embarazo, en 1996, estuvo postrada en una cama por los vómitos. Y, en el segundo, tres años después, fue peor: al tercer mes estaba en silla de ruedas, la tuvieron que alimentar a través de una sonda y, finalmente, perdió a su bebé. Desde entonces, se ha dedicado a investigar el porqué.

Y ha encontrado la respuesta. La hormona GDF15, producida por el feto, es la causante de los vómitos.

Un descubrimiento importante, pero estamos en el principio

Aunque la cifra es moderada, solo un 2 % de las mujeres embarazadas tienen hiperémesis gravídica, lo cierto es que es "grave, grave, grave", subraya Txantón Martínez, jefe de Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Cruces de Baracaldo.

Lo habitual cuando una embarazada llega a la consulta del doctor Martínez con este cuadro, "en principio ingreso hospitalario, si una mujer vomita 15 veces a la hora hay que ingresarla, ponerle suelo, aislarla, ponerla en una habitación tranquila, que tenga pocas visitas y tratamiento intravenosa para conseguir recuperarla y que pueda comer y beber normalmente".

"Antes se decía que había mucha cuestión psicológica y ya vemos que son las hormonas que produce el feto y que pasan a la madre a través de la placenta. Pero, sí es cierto, que hay un motivo psicológico, por ello, preguntamos si hay algún conflicto o problema familiar. Un poco todo, pero está motivado por la hormona que produce el feto", le especifica el doctor Txantón Martínez a Pilar García Muñiz.

¿Cómo actúa la hormona GDF15? "No sabemos muy bien cómo actúa, pero por lo que parece ser hay mujeres que tienen esta hormona baja antes del embarazo y después al quedarse embarazada aumenta mucho y se ponen muy malitas. Las hay que la tienen antes de quedarse embarazada alta y cuando se quedan embarazadas tienen poca tasa de hiperémesis gravídica. Este es un descubrimiento importante, pero es el inicio, habrá que hacer estrategias para ver cómo se aplica en beneficio de las mujeres".

Ahora mismo, cuando a una mujer se la ingresa en el hospital por esta causa, se le medica y a veces es suficiente, pero hay que tener paciente "llevo 40 años trabajando y hay mujeres que están 2 meses ingresadas, el peligro es que no comen, no beben y se deshidratan poniendo en peligro su vida y la del bebé", concluye.