Una juez: "No hay ninguna obligación legal de comunicar que un preso sale de la cárcel"

Rosa Freire, miembro de la asociación Francisco de Vitoria, recuerda que Bernardo Montoya había cumplido condena

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Bernardo Montoya, el principal sospechoso de la desaparición de la joven Laura Luelmo, ha confesado el crimen. La profesora llevaba apenas una semana en Huelva. Se había trasladado a Nerva, para cubrir una baja como profesora de plástica en un instituto de la zona. Tan solo tenía 26 años. Una joven que, quienes la conocen, afirman que llegaba al pueblo onubense con muchas ganas e ilusión por ese nuevo puesto de trabajo.

Una ilusión arrebatada por ese individuo: Bernardo Montoya. Un hombre de 50 años que vive justo enfrente de la casa donde se había instalado la joven. Un hombre que, además, tiene un amplio historial delictivo. En octubre, hace apenas dos meses, salió de prisión tras cumplir una condena de 2 años y 10 meses por robo con violencia. Pero antes, había cumplido otra pena de 17 años y 7 meses por el asesinato (en 1995) de una anciana de 80 años. Y durante un permiso penitenciario en 2008 asaltó a una peluquera con una navaja, por lo que fue sentenciado a 8 años y 6 meses. Un hombre que, durante años estuvo entrando y saliendo de prisión. Un asesino que jamás se rehabilitó y que ahora, habría acabado con la vida de la joven Laura Luelmo. 

Y esto está generando muchas dudas y preguntas entre la sociedad. ¿Cómo es posible que un delincuente que no está rehabilitado esté en la calle? Y también esto reabre el debate sobre la prisión permanente revisable. En 'Mediodía COPE' hemos intentado este miércoles resolver todas estas dudas con Rosa Freire, juez de penal de Madrid y miembro de la asociación Francisco de Vitoria.La magistrada ha resaltado que Bernardo Montoya había cumplido su pena y que, por tanto, era un ciudadano más.  "Una vez que ha cumplido la condena es difícil extremar la vigilancia salvo por razones policiales. Además, no hay ninguna obligación legal de comunicar que un preso sale de la cárcel tras haber cumplido su pena. Un alcalde, en caso de conocer esta excarcelación, no podría comunicarlo a los vecinos porque estaría incumpliendo la ley", ha señalado.

La juez Freire recuerda que las penas tienen una función de rehabilitación y ha dado su punto de vista sobre la tan debatida prisión permanente revisable. "Ttiene una función de prevención ante un pronóstico claro de que alguien no se va a rehabilitar. Y es una manera de proteger a la sociedad en los casos más extremos. Yo he visto casos de agresores sexuales que tienen ese impulso y que es muy difícil desde el punto de vista psicológico que se puedan rehabilitar. Son depredadores.  Mi opinión particular es que es una figura útil para proteger a la sociedad en casos muy graves", ha concluido.