El Mediterráneo, uno de los escenarios con mayores cambios por la crisis climática

 En Mediodía COPE analizamos cuáles son las claves para tratar de prevenir algunos de los problemas que se podrían acentuar con los años

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hoy en Barcelona se habla mucho sobre uno de los temas que más preocupan en todo el mundo; el cambio climático. En la ciudad condal se reúnen diferentes expertos con motivo del IV Foro Regional que organiza Unión por el Mediterráneo.

En este encuentro se examinan los cambios que sufrirá esta zona en los próximos años. El dato que lo provoca todo es el aumento de las temperaturas. En esta cuenca es dónde más rápido aumenta la temperatura si lo comparamos con el resto del planeta. Y esto que consecuencias trae. Te lo puedas imaginar: aumento del nivel del mar, sequías y falta de agua dulce.

Se espera que las temperaturas crezcan 2,2 grados de media en los próximos años, aunque este número podría llegar casi a los cuatro con el paso del tiempo. Esa es la tendencia. Las olas de calor serán más significativas y duraderas. En Mediodía COPE hemos pulsado la opinión de un hombre que conoce muy bien nuestra costa, el es Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología en la Universidad de Murcia y portavoz del Comité Científico del Mar Menor. Destaca que estas previsiones a largo plazo siempre son complicadas y que por lo tanto no hay que encender grandes alarmas: “La mejor forma de resolver los problemas es anticiparse, pero tampoco hay que dramatizarlos si se toman medidas adecuadas. La clave es la anticipación”, señalaba.

Precisamente, el principal indicador de este informe que presentan hoy, como decimos son las temperaturas, un elemento que en nuestras zonas costeras no debería de afectarnos tanto ya que estamos acostumbrados: “Subir un par de grados está en un contexto de una región que ya de por si sufre entre invierno y verano diferencias de 40º”.

Esta realidad por tanto, según explica el Doctor Pérez Ruzafa, provocará que los grandes damnificados sean países más nórdicos donde ya están perdiendo hielo y teniendo inviernos más cálidos en los que no ven ni por asomo la nieve: “Los países fríos van a ser los que sufran más que los países cálidos que ya de por si tienen temperaturas altas”.

En lo que si que nos va a afectar directamente es en las lluvias. A más calor, mayor evaporación. Eso se traduce en una alteración del tipo de clima que podría pasar a tener unos rasgos del tipo tropical como hemos podido notar en las intensas lluvias que han provocado grandes inundaciones en los últimos meses. Esas precipitaciones torrenciales si que suponen un gran reto. Debemos de ser capaces de combatirlas y de incluso sacarles provecho: “Tendremos que empezar a invertir en la regulación de esas aguas. Hemos tenido más agua de la que cae en un solo año en dos días y lo que tenemos es capacidad de gestionarla y aprovecharla”.

Las zonas costeras son, lógicamente, el escenario que más afectado se puede ver por todos estos factores climáticos. Otro dato que ya mencionábamos es el aumento del nivel del mar que rondaría un metro: “Los sitios que estén construidos tendrán un problema. Habrá que buscar soluciones como las que tiene Holanda que controla esa subida con diques”, ejemplificada Ángel Pérez Ruzafa.