Amaxofobia en COPE

El miedo a conducir es algo que se puede superar

Un 20% de quienes tienen el carnet de conducir en su cartera tiene miedo a coger el coche, un problema que sufren mucho más las mujeres

La amaxofobia es un problema que afecta más a las mujeres

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hablar de amaxofobia es mucho más fácil para quien la pacede porque puede poner uno detrás de otro los síntomas que bloquean la mente e inmovilizan el cuerpo; consecuencia: tras sentir malestar general cada vez que te pones delante del volante decides dejar el coche en el garaje.

O venderlo, hasta este punto han llegado muchos sufridores de esta fobia. A ella se puede llegar de muchas maneras, quien les escribe después de un grave accidente del tráfico. Les puedo asegurar que he intentado por todos los medios volver a practicar una aficción maravillosa que era conducir; el miedo me paraliza y me he dado por rendida.

Es triste reconocerlo, pero he colgado las llaves. He gastado mucho dinero en psicólogos, incluso uno de ellos era experto en este problema que afecta al 20% de los conductores. No lo consiguieron o no lo conseguí, pero hay muchas personas que vuelven a conducir, poco a poco.

Ana Portal era del 3% de mujeres que habían aprobado el examen, tenía el carnet, nada más y nada menos que desde hace 14 años, pero nunca se había puesto a conducir, no lo había necesitado hasta que su primer hijo ha comenzado a ir al colegio, "desde el primer día a hoy, dos semanas después he notado mejoría". Ana sin embargo va en moto y no le da miedo "la moto al principio me costó pero me acostumbré antes, la moto se controla mejor, el coche tiene otras medidas".

"Los primeros días dormía mal, ahora me encuentro mejor, controlo más" dice Ana que está embarazada y en breve dará a luz a su segundo hijo.

Los psicólogos aseguran que la clave de la amaxofobia es la falta de control, Ana lo  corrobora "sí, el problema de la maniobras, los coches en Madrid se juntan mucho, te invaden. Espero que en unos meses ya no me ponga nerviosa".

Ana es sin duda un ejemplo claro de que se puede superar este trastorno de ansiedad, más común de lo que creemos, y  que conduciendo cada día un poquito se va superando. Insisto, no todos, algunos hemos colgado las llaves.