'Stella Maris', un faro en el puerto para los marineros: "Las mujeres ejercen de madre y padre"

En la festividad de Nuestra Señora del Carmen hemos conocido la labor que realiza la Iglesia a través del Apostolado del Mar. Ofrecen ayuda a los marineros y sus familias

Redacción Religión

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En el día de hoy, martes 16 de julio, celebramos la festividad de Nuestra Señora del Carmen. Marinos de la armada y marinos mercantes, navegantes, pescadores y otras gentes del mar de toda España, y también de muchas ciudades de Hispanoamérica, celebran a su patrona. A la que se conoce como la Estrella de los Mares.

Stella Maris, un faro para los marineros en el puerto

Stella Maris, el Apostolado del Mar, ayuda cada día a miles de marineros a hacer su estancia en los puertos lo más cómoda posible, este año bajo el lema “Cuidad de los mares; cuidad de sus gentes”. Esta ayuda se materializa de diferentes formas: desde ofrecer una tarjeta SIM para que estos marineros tengan una buena cobertura en sus teléfonos, gestionar asistencia médica si lo necesitan o, la más importante de todas: los atienden humana y espiritualmente y no solamente a los marineros, si no también a sus familias.

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El Apostolado del mar junto a la Operación Paso del Estrecho

"Las que necesitaban ayuda eran las mujeres, las madres de estos niños"

También nos ha acompañado en Mediodía COPE, Rosario Jimenez, quien lleva más de 25 años siendo voluntaria en el Apostolado del mar. Comenzó dando catequesis a los hijos de los marineros y fue así como se dio cuenta de que las que realmente necesitaban ayuda eran las madres de estos niños; “las madres eran las que venían a las actividades de sus hijos, y necesitaban que las escucharan y que las entendieran... de ahí salió la idea de trabajar junto a las mujeres, las madre de estos niños. Además, el Apostolado del mar es servicio religioso y humano, y ellas necesitaban formarse, así empezamos a ayudarlas”.

La realidad a la que se enfrentan estas mujeres es para muchos desconocida: “Tienen que ejercer de madre y de padre, de consejeros, y es una realidad que desde el Apostolado debemos afrontar".Además, hay otro problema también que sale a relucir en un día como hoy y con respecto a estos trabajadores, pues no hay un relevo generacional... “No hay gente que se quiera dedicar a esto, durante mucho tiempo había familias enteras en este oficio pero el trabajo es muy duro... ya no hay gente que quiera dedicarse a esto”.