Ousman cuenta a Pilar García Muñiz lo difícil que ha sido llegar a España: "no volvería a hacerlo"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En COPE, este lunes estamos emitiendo una programación especial dedicada a la inmigración. Lo hemos llamado 'El drama de llegar a Europa', porque no se le puede llamar de otra manera, porque hasta los más afortunados que han conseguido sobrevivir, que han llegado al destino que perseguían, tienen un drama detrás.

Todos han salido de su país huyendo unas veces de la guerra, otras de la pobreza, del hambre, la persecución religiosa.Han dejado a sus familias y se han montado en un cayuco sin saber si lograrían atravesar el mar y llegar a su punto de destino. Es el todo o nada, una ruleta rusa a la que juegan hacinados en barcazas como en la que llegó a Italia Ousman con solo 14 años.

Fíjate cuando a esa edad aquí los chavales están estudiando, haciendo deporte, jugando con sus móviles y sus cosas, Ousman recorrió miles de kilómetros por tierra hasta llegar a Libia y luego atravesó el Mediterráneo en un cayuco. Un viaje que hizo solo y sin dinero.

Pilar García Muñiz ha hablado con Osmán en SERCADE, el Servicio Capuchino para el Desarrollo y la Solidaridad, la ONG que ayuda a la integración de los migrantes.

"Ahora no saldría de Guinea"

Los 3.500 kilómetros que separan Guinea Conakry de España, se recorren en avión en menos de cinco horas -en 4 horas y 42 minutos-, sin embargo Ousman ha tardado cuatro años.

Hasta llegar a España, este joven guineano tuvo que pasar por "Mali, Argelia, Libia, Italia, en donde vivió un tiempo, y Francia", donde pasó otra etapa de su vida, dos años.

Ahora está en Madrid, desde hace cinco meses, y ya es mayor de edad, tiene 18 años porque cuando abandonó su casa, a sus padres, su casa tenía tan solo 14 años.

Una travesía muy complicada como admitía ante las preguntas de Pilar García Muñiz en Mediodía COPE, "un viaje malo en un barco con plástico y madera con más de cien personas. Los pequeños se sientan en los laterales. Pasé mucho miedo".

Un viaje en el Ousman pasó mucho miedo, pero tenía un fin: conseguir una vida mejor, "quería mejorar la vida y estudiar. Quería estudiar más en Europa, pero cuando llegué es otra vida".

Un viaje de lucha y miserias

Ousman decidió dejarlo todo, sus padres no querían, "solo yo. Salí con un tío de mi madre, nos separamos en Libia. Desde allí hasta hoy estoy solo".

Y, aunque en la barcaza, iban más de cien personas, Ousman se sentía muy solo, sobre todo por la noche, "por la mañana cuando había sol, pero por la noche que no veo nada, miras a derecha e izquierda, no hay tierra, no hay nada, solo hay mar". Y Ousman no sabe nadar, confiesa.

Una vez en Libia,"necesitaba salir porque en Libia hay esclavitud, no hay derechos. Mi tío pagó para subir al barco y al llegar a Italia, nos separamos y ya no he sabido nada de él".

¿Cómo llegas a España? "En Francia me echaron cuando cumplí 18 años y he cogido un tren y autobús para llegar a España".

Nunca imaginó, en su mente de un niño adolescente, que iba a tener que luchar y sufrir tantas miserias, "cuando salí de mi país era muy pequeño, tengo la esperanza de que la vida va a mejorar en Europa".

"Quiero ser fontanero"

El 31 de octubre, Ousman va a tener en sus manos, el pasaporte para dejar de ser un inmigrante irregular. "Voy a mejorar para hacer un curso de fontanero".

Ousman quiere formarse para poder quedarse a vivir en España y ayudar a su familia, a su madre y sus hermanos pequeños, "hablo con mi madre, pero no puedo todos los días, a veces solo una vez a la semana".

Después de toda esta experiencia, ¿volverías a repetir, volverías a salir de tu país para tener una vida mejor en Europa? "No, lo que he vivido no lo quiero repetir más", concluye.

El drama de llegar a Europa

Este lunes, COPE está ofreciendo una programación especial desde los puntos clave de las rutas de la migración.

Carlos Herrera, Alberto Herrera, Pilar García Muñiz, Fernando de Haro, Pilar Cisneros y Ángel Expósito están contando y explicando junto a los protagonistas de esta realidad lo que está ocurriendo desde Canarias, Senegal, Túnez, Lampedusa o la península.

Todo, con el objetivo de poner nombres y apellidos al drama que supone llegar al continente europeo con lo justo.