La Vanguardia y The Guardian abandonan X por su toxicidad: Bluesky se presenta como la alternativa más segura para el periodismo

El presidente de RENFE, Raúl Blanco, ha estado esta mañana en 'Herrera en COPE' y ha puesto en valor el trabajo que los medios convencionales y, en concreto, esta emisora, venimos haciendo desde el pasado 29 de octubre cuando el sureste de nuestra península quedó sumido en el lodo y el barro por culpa de la DANA. 

Esta catástrofe ha hecho que, en las redes sociales, sobre todo en X, haya proliferado una gran cantidad de información falsa y fake news, que, lejos de ayudar, han enlodado aún más este terrible suceso.

Lo cierto es que X, la antigua Twitter, está sumida en una crisis de credibilidad por la que cada vez más medios e instituciones está optando por abandonarla. Los últimos en sumarse a esta tendencia son el periódico británico “The Guardian” y el español “La Vanguardia”.

Ambos periódicos consideran que esta red social se ha convertido en una plataforma de desinformación y conspiración y, por eso, van a dejar de subir sus contenidos. Y eso que son muy conscientes de que esta decisión les va a hacer perder tráfico y suscriptores. La Vanguardia cuenta con 1,3 millones de seguidores en esta red social, mientras que, en el caso de The Guardian, la cifra asciende hasta los 27 millones distribuidos en más de 80 cuentas. Pero no son los únicos. En los últimos meses, también han abandonado X el Festival de Cine de Berlín, la televisión pública de Estados Unidos PBS e instituciones como el cuerpo de policía del norte de Gales.

Los dos periódicos fechan el inicio de la intoxicación de esta red en la entrada en acción de Elon Musk. Defienden que, desde entonces, está sumida en una deriva que vulnera los mínimos conceptos de ética o de justicia que se deberían respetar en una sociedad democrática... Pero, lo cierto es que, en su origen, Twitter gozó de una reputación muy diferente.

LOS INICIOS DE TWITTER

Desde que apareció Twitter, la vida empezó a medirse en tuits y todo había que contarlo en menos de 140 caracteres, que era lo que permitía. Su origen se remonta a marzo de 2006, cuando una pequeña empresa de San Francisco llamada Odeo intentaba desarrollar un servicio de radio en línea. El experimento no tuvo el éxito esperado, pero sirvió para crear esta red social a la que costó bautizar. Sus creadores lo consideraban una corta ráfaga de información intrascendente, el trino de un pájaro, y, de ahí, que su nombre fuera Twitter, porque hace referencia a la voz inglesa tuit que significa “piar”. Y de ahí también que su primer logo fuera un pájaro.

elon musk se hace con twitter

Todo cambió en octubre de 2022. El empresario y magnate Elon Musk compró la compañía por 44 mil millones de dólares y se hizo con el control total de la plataforma. Desde su aparición, la plataforma red social ha sido muy criticada por un aumento en el contenido de discurso de odio. De hecho, muchos anunciantes han abandonado ya esta red. Piensan que falta una moderación de los contenidos y no les gusta que sus anuncios se mezclen con mensajes de odio. Así que, si en 2022, la publicidad aportó alrededor del 90% de los ingresos de Twitter, que fueron de aproximadamente 4.000 millones de dólares, un año después de la entrada de Musk, esta cifra se redujo a 2.500 millones de dólares.

Para José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación y experto en redes sociales de la Universidad de Navarra, la crisis de credibilidad de X se debe a un “conjunto de medidas desafortunadas que se vienen produciendo en esa red desde octubre de 2022”, año en el que, como hemos recordado, Elon Musk se hace con la compañía. 

Recuerda Orihuela en 'Mediodía COPE' que cuando Musk llega a la dirección del entonces Twitter “se acompaña con el despido de prácticamente la mitad de la plantilla de la compañía. El gobierno de Trump desmontó los servicios que estaban dedicados específicamente a la moderación y no ha restringido la circulación de mensajes que se pueden acotar perfectamente bien, como son los del discurso del odio, las cuentas fakes y los bots”.

Es por eso, continúa, que “se están produciendo, desde entonces, traslados masivos de usuarios a otras plataformas y en las últimas 24 horas se está produciendo una auténtica llegada masiva de usuarios a otras redes, especialmente a Bluesky que está recibiendo 800 nuevos usuarios por minuto desde las últimas 12 horas y muchos medios de comunicación efectivamente están abriendo sus cuentas allí”.

Por otro lado, explica el experto en redes que lo que han hecho tanto La Vanguardia como The Guardian es dejar de publicar contenidos en X y destaca que lo que no han hecho, y con buen criterio, “es eliminar la cuenta”.

Recomienda Orihuela que no se eliminen las cuentas “porque tu usuario, es decir, tu marca personal o corporativa puede ser utilizada por un nuevo usuario al que se le adjudique ese nick”.

BluesKy, una de las plataformas alternativas a X

Comenta José Luis Orihuela que existen otras “plataformas alternativas que funcionan como redes descentralizadas, que funcionan con protocolos abiertos en los que el usuario tiene el control de su experiencia en esa red y no intermediado por el algoritmo”

Es por eso que Bluesky está teniendo “tanto éxito” y se presente como una de las alternativas más firmes, sobre todo, para los medios de comunicación.

Explica Orihuela que Bluesky es “es una red de microblogging, al igual que Threads y al igual que Mastodon, que están recogiendo la deriva de usuarios de esta otra red”, y el hecho de que sea una opción a tener muy en cuenta “es porque los usuarios están buscando opciones descentralizadas frente a una compañía descentralizada, como el caso de Twitter. Protocolos abiertos frente a protocolos propietarios y control del usuario, recuperación del control del usuario de su experiencia”.