Apenados y agradecidos

La Firma de Restán de este sábado reflexiona sobre la muerte del Papa emérito de Benedicto XVI y sobre su papel como Pontífice

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La muerte de Benedicto XVI nos provoca sentimientos enfrentados. Hemos perdido la presencia física de un gran padre que, en los últimos diez años, ha seguido sirviendo a la Iglesia y al mundo con su silencio y su sufrimiento. Tenemos la certeza de que la santidad de su vida hace que esté ahora más cerca de cada uno de nosotros. En estas horas nos invade también un gran agradecimiento por el inmenso don que ha supuesto Joseph Ratzinger para el mundo y para la Iglesia. También para los no creyentes ha sido una luz en su defensa del valor de la razón.