El pesebre y la cruz
María y José eran conscientes de que el Niño que se les había dado era una gozosa bendición de Dios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pasado domingo celebramos la fiesta de la Sagrada Familia, insertada en el corazón del tiempo de Navidad. Podemos tener, quizás, una imagen “idílica”, avalada por cierta iconografía bien intencionada, en la que María y José están tranquilamente acurrucados junto al Niño. Por supuesto, no hay por qué excluir la ternura de esas imágenes, pero debemos completarla con otros factores.
María y José eran conscientes de que el Niño que se les había dado era una gozosa bendición de Dios y, al mismo tiempo, entendieron rápidamente que al decir "sí" a este Niño, habían perdido su capacidad de planificar el futuro. Para ellos, convertirse en padres significó emprender caminos llenos de riesgos confiando exclusivamente en Dios. Primero fue el camino a Belén, lleno de incidencias, que concluye con el nacimiento en un pesebre.