Por favor, permanece con nosotros
La Firma de Restán de este miércoles en Mediodía COPE reflexiona sobre al enseñanza que nos deja una película ambientada en la guerra de la Independencia americana
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La primera película que rodó en color el maestro de maestros, John Ford, se titula “Corazones indomables”. En ella cuenta la historia de un matrimonio de pioneros que se instala en el valle de Mohawk, una zona fronteriza del norte del estado de Nueva York, en la que luchan contra las tropas británicas y contra los indios. Hay un momento en que, tras superar numerosos peligros, este matrimonio ha encontrado una estabilidad feliz: la cosecha ha sido buena, han tenido su primer hijo, les une con sus vecinos una sincera amistad… Pero en el horizonte hay nubarrones de incertidumbre. En una escena impresionante, mientras suena la música de una fiesta, la esposa se pone de rodillas e implora desde lo más profundo: “por favor, Señor, por favor, ¡permítenos seguir como estamos!”.
Todos pretendemos fijar los momentos de felicidad, ponerlos al resguardo frente al desgaste del tiempo, las acometidas de los enemigos, la amenaza de la enfermedad. Y nos invade el miedo ante el futuro. Como era de esperar, un terrible peligro se abate en la película sobre aquella pequeña comunidad, que deberá luchar por defender sus tierras, sus ganados y su propia vida. Confieso la simpatía que me produjo la escena protagonizada por Claudette Colbert, pero es una vana ilusión pretender que la vida se pare. Va a comenzar un nuevo año, y la petición más verdadera y realista es que el Señor esté con nosotros para afrontar las circunstancias que vendrán, duras o amables, que no nos falten su luz y su fuerza, que se nos haga presente carnalmente a través de una compañía de testigos que nos permita levantar siempre la mirada para no caer en la desesperanza. La película muestra, al final, que Dios responde a la petición de Claudette, no porque le evitara sufrimientos y peligros, sino porque la mantuvo en pie, porque no dejó que su corazón desesperara.