José Luis Restán

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Ayer, durante un debate sobre “amistad cívica y sociedad española” en el Encuentro Madrid, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, se refirió a una travesía (a veces dura) que la Iglesia tiene aún que completar en España. La que lleva de una situación en la que el pueblo cristiano coincidía sustancialmente con la sociedad española en su conjunto, a la actual, en que el pueblo cristiano es un pueblo entre otros, seguramente en condición de minoría, y en la que los cristianos somos ciudadanos de una ciudad plural en la que se ha disuelto el suelo común de valores compartidos, derivado de nuestra historia cristiana. Otro aspecto de esa travesía consiste en pasar de una situación de protección estatal a un contexto en que las leyes y la política no sólo no corresponden a la propuesta cristiana, sino que, en algunos aspectos, la contradicen frontalmente.

Los católicos españoles deberíamos estar dispuestos a realizar esa travesía sin que la queja y la amargura sean nuestro equipaje. No se trata de resistir o esperar a que escampe sino de mostrar con humildad y sin complejos la vida cambiada por el encuentro con Cristo en todas sus facetas. Hacerlo de manera personal (“en la barra del bar”, decía Monseñor Argüello) y comunitaria, en la plaza pública, dando razón de nuestra esperanza a los hombres y mujeres con los que caminamos en esta ciudad común.

Como dice el comunicado final de esta edición de Encuentro Madrid, los católicos podemos reconocer, frente a la “dialéctica de los contrarios”, siempre destructiva, el bien de la ciudad común y el bien que el otro es, con toda la fatiga y los sacrificios que implica. Ese bien requiere el testimonio de la verdad que hemos encontrado, que no teme medirse con la experiencia de quienes son diferentes; que ama y custodia la libertad de todos, y que impulsa a trabajar con otros. La comunión eclesial es una amistad singular que se funda en el reconocimiento de Cristo presente, cuya vocación es estar en la plaza pública con las puertas abiertas, generando iniciativas y obras que contribuyen a generar una sólida amistad civil, imprescindible para construir el futuro de nuestro país.