La conmovedora “salida” del P. Danny

Leo en el portal Asia News que un sacerdote filipino, el padre Danny Pajarillaga ha decidido salir a las calles para administrar el sacramento de la Reconciliación todos los viernes de Cuaresma. Lo hace, además, en los barrios marginales y en las zonas más pobres de Quezon City, donde está su parroquia, en la diócesis de Novaliches. “Me encanta caminar por las calles y callejones e invitar a la gente a recibir el sacramento de la Confesión, sobre todo a los que no van a la iglesia y a las personas que están más ocupadas, para que puedan recibir la gracia de Dios, es mi humilde iniciativa para acercar la Iglesia a las personas”, ha explicado. Y añade que Jesús nunca se quedó quieto, sino que viajaba y se encontraba con todo tipo de personas, sin importar su condición, para anunciarles el Evangelio. Resulta conmovedora la pasión del padre Danny y la sencillez de su explicación, que nos deja desarmados.

Una cuestión recurrente en el Evangelio es la sorpresa de la gente, de todos, pero especialmente de los que supuestamente vivían más ordenados, ante el hecho de que Jesús estuviera siempre rodeado de “pecadores”, y que comiese con ellos. Este cura filipino tiene muy presente que el Señor invitaba a los pecadores, a los publicanos y a todo tipo de gente, a convertirse, y piensa que este Año Jubilar debe ser fuente de esperanza para todos, “especialmente a través de los sacramentos”. ¡Qué sencilla verdad!

En una imagen se le puede ver con el alba y la estola sentado en una banqueta junto a la ventana de una modestísima construcción, mientras escucha una de tantas confesiones. Seguramente muchos no irían a la iglesia a pedir el sacramento, pero no se resisten ante la oferta gratuita de este hombre (alter Christus) que hace presente el perdón de Dios en los chamizos más oscuros. Este movimiento sin cálculo, a pecho descubierto, para regalar el tesoro de la gracia de Dios… se llama cristianismo.