A mí me importan los cristianos sirios

Escucha la Firma de José Luis Restán del miércoles 15 de enero

José Luis Restán

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¿Qué será de los cristianos de Siria en este nuevo capítulo de su historia que acaba de abrirse? Es una pregunta acuciante que se dirige a toda la Iglesia universal. El P. Jihad Youssef, superior del emblemático monasterio de Mar Musa, a medio camino entre Damasco y Homs, lo dice con crudo realismo: “apenas somos 250.000 cristianos, no nos queda mucho tiempo, por lo que necesitamos orar y escuchar al Espíritu Santo en busca de inspiración y guía”. El P. Youssef propone un cambio de mentalidad entre los cristianos sirios. Cree que deben abandonar una especie de sumisión que solo espera la protección del Estado, algo heredado del imperio otomano. “Somos una presencia pequeña, pero cualitativamente importante, uno de los elementos que han conformado el tejido sirio desde el origen… no queremos solo pedir derechos, sino proponer una visión”. Youssef sabe que no va a ser posible un Estado laico al estilo europeo. El nuevo Estado sirio tendrá necesariamente un color marcadamente islámico, pero aspira a que los cristianos sean valorados por el mundo musulmán como socios en la vida política, socioeconómica y cultural. Lo que tiene claro es que los cristianos no podrán permanecer en Oriente Medio con la lógica de competir con el islam, ni siquiera con la de encerrarse en sus barrios. La Iglesia que puede permanecer no debe tener miedo a ser un pequeño rebaño con la conciencia de una misión: la de ser levadura en la masa.

El superior de Mar Musa no es un ingenuo. Reconoce que no tienen ninguna garantía de que los nuevos líderes sirios cumplan su palabra, pero apuesta por darles crédito y estar vigilantes. Lo que se necesita es un cambio que provenga del interior de las comunidades islámica y cristiana. Lo único que pide a Occidente es que presione para que el nuevo gobierno no establezca un sistema islamista similar al iraní o al afgano, sino que ofrezca garantías para todos los componentes étnicos y religiosos del país. A mí me importa la suerte de los cristianos sirios, nos debería importar a todos.

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