Tenemos que sostenerles

Escucha la Firma de José Luis Restán del jueves 6 de marzo

José Luis Restán

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Sobre la situación en Ucrania y las expectativas de una negociación para alcanzar un acuerdo de paz o, al menos, un alto el fuego, el secretario vaticano para las relaciones con los Estados, Paul Gallagher, ha recordado que el punto de partida de la Santa Sede es la soberanía y la integridad territorial de Ucrania. Y ha añadido algo que estos días parece olvidarse en muchos ámbitos del mundo occidental: “lo que los ucranianos puedan desear negociar, o lo que estén dispuestos a conceder, es algo que les corresponde decidir a ellos, y nosotros debemos sostenerles; una paz justa debería ser una paz que corrija la agresión que han sufrido”.

Tras los últimos movimientos de Donald Trump, el último ha sido la interrupción de la información de inteligencia, que deja vendidos a los militares ucranianos, la revista La Nueva Europa  ha preguntado a numerosos personajes de la sociedad civil ucraniana, y también a algunos rusos, si ha merecido la pena resistir el zarpazo de Putin a un precio tan alto, para llegar a este punto. Me ha impresionado lo que dice el escritor ruso emigrado, Michail Šiškin: “es una pregunta terrible a la que no debemos responder nosotros, que estamos aquí sentados tranquilamente, sino los ucranianos que están en las trincheras, que viven bajo la amenaza continua de los bombardeos, que han perdido en esta guerra a familiares y amigos... me parece que responder en su lugar sería inmoral”.

Pienso en algunos amigos ucranianos y sé que nadie desea la paz más que ellos. Sé también que la paz no tiene nada que ver con consagrar la ley del más fuerte, ni con la mentira, ni con la opresión. Ellos, los ucranianos, luchan por bienes que nosotros disfrutamos como el aire (o eso pensamos): la libertad, la propia identidad, el imperio de la ley… Luchan también por nosotros. Y resulta obsceno decirles, imponerles, cuándo tienen que parar.