Restán: "Que ni las leyes, ni la opinión pública pretendan que la Iglesia calle o reniegue de su verdad"
José Luis Restán también interpela a los "periodistas" en la defensa de la libertad de la Iglesia para defender su verdad
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Ayer durante la rueda de prensa en el viaje de regreso a Roma, el Papa interpeló a los periodistas y, por extensión, al conjunto de la sociedad: “por favor, no pretendáis que la Iglesia reniegue de su verdad”. Esta apelación venía al hilo de una pregunta sobre las uniones homosexuales. Francisco explicó por enésima vez que la Iglesia apoya que los Estados encuentren fórmulas para proteger los derechos de las parejas homosexuales (y también los de otras personas que convivan juntas) en materia de salud, herencias, etcétera. “Pero el matrimonio es el matrimonio”, subrayó el Papa. Para la Iglesia es un sacramento, y ella “no tiene poder para cambiar los sacramentos tal como el Señor los ha instituido”.
Afirmar que el matrimonio tiene como rasgo esencial la complementariedad entre hombre y mujer, como hace la Iglesia, no significa condenar ni discriminar a nadie. Para la Iglesia, las personas homosexuales son hermanos con plena dignidad, y está dispuesta a acompañarlos cuando libremente lo desean. Como dijo el Papa, “muchas personas con orientación homosexual se acercan a la penitencia, piden consejo al sacerdote y la Iglesia les ayuda, pero el sacramento del matrimonio es otra cosa”.
La Iglesia no pretende que nadie siga su propuesta si no cree en ella. Respeto y seguridad jurídica para todos. Para las personas homosexuales y para las familias. Para creyentes y para agnósticos. Eso sí, por favor, que ni las leyes, ni la opinión pública, ni tampoco los periodistas, pretendan que la Iglesia calle o reniegue de su verdad.