El Amor siempre vence
Al contemplar la Cruz de Cristo como haremos estos días de Semana contemplamos que el acto salvífico no radica en el sufrimiento de Cristo sino en el Amor con el que vivió ese sufrimiento. Mario Alcudia reflexiona sobre cómo Jesús nos enseña que la violencia se supera solo con amor, misericordia y confianza en Dios.

EL AMOR SIEMPRE VENCE | FIRMA MARIO ALCUDIA
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Estamos en la víspera del Domingo de Ramos, pórtico de la Semana Santa, días santos en los que con fe y devoción, nos disponemos a recordar y revivir la Muerte y Resurrección de Cristo. Es un tiempo de reflexión profunda, de acompañar a Cristo en su dolor, en su sacrificio en la Cruz y en su gloriosa Resurrección.
La Muerte de Cristo en la Cruz es el acto supremo de amor y redención. En su sufrimiento, encontramos el camino hacia la salvación.
La Semana Santa se hace actualidad en nuestra vida. También hoy el Señor sufre esa flagelación. No le abandonemos. Abracémosle, ayudémosle a llevar la Cruz porque su Pasión se encarna con gran actualidad en nuestros días; por ejemplo en tantos hermanos nuestros son perseguidos, el dolor que conocemos en nuestras vidas, en nuestro entorno. Debemos hacer fecundo ese sufrimiento.
En este tiempo de prisas, de distracciones y, a menudo, de vacío espiritual, la Semana Santa nos ofrece un refugio, una pausa en el ruido del mundo para escuchar la voz de Dios que nos muestra el perdón y la misericordia, la reconciliación, el amor al prójimo y la esperanza.
Sigamos el ejemplo de Cristo, que cargó con la cruz por amor a todos nosotros. Mirémonos en el espejo de la Pasión de Cristo donde veremos reflejadas nuestras propias luchas y esperanzas.
Que esta Semana Santa sea para todos nosotros un tiempo de renovación espiritual, de reflexión y de amor. Que la entrega del Señor en la Cruz nos inspire a ser mejores, a vivir con más amor y compasión hacia los demás.