Caminemos juntos en la esperanza

El periodista y profesor Mario Alcudia reflexiona sobre el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma de 2025 en el que nos invita a vivir este tiempo de preparación hacia la Pascua con espíritu de peregrinación, sinodalidad y confianza en Dios.

Redacción Religión

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‘Caminemos juntos en la esperanza’ es el título del mensaje del Papa para la Cuaresma de 2025 que comenzaremos el próximo miércoles, de ceniza. Francisco nos invita a vivir este tiempo como un peregrinaje de conversión y confianza, subrayando la importancia de la sinodalidad y la esperanza cristiana.

Recuerda en este texto el camino del pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida, ese largo viaje narrado en el libro del Éxodo; el difícil camino desde la esclavitud a la libertad, querido y guiado por el Señor, que ama con fidelidad a su pueblo. De este modo, nos anima también a nosotros a reflexionar sobre nuestra propia condición de peregrinos en la vida.

En este Año Jubilar habla el Pontífice de la necesidad de una conversión que toque el corazón de las personas y de las comunidades con un itinerario basado en tres etapas: caminar, hacer ese itinerario juntos y además recorrerlo con esperanza, haciendo así de la Cuaresma un tiempo de renovación y confianza en la promesa de la vida eterna.

Sobre el camino individual, hay una invitación a plantearnos cómo nos dejamos interpelar por esa condición de peregrinos en la vida; si estamos en camino o paralizados, estáticos, con miedo y falta de esperanza o si, por el contrario, estamos satisfechos en nuestra zona de confort. Es necesario nos dice, buscar caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad.

En cuanto a recorrerlo en sinodalidad, la llamada es a salir de nosotros mismos; caminar con los demás, escuchar, vencer la tentación de encerrarnos en nuestra autorreferencialidad, ocupándonos solamente de nuestras necesidades. Se trata de escuchar, acoger y evitar la exclusión.

Y, además, en este Año Jubilar, se nos invita a vivir este camino juntos en esperanza; porque el horizonte del camino cuaresmal es la victoria pascual. Es la confianza en Dios en la esperanza segura y firme, que no defrauda, la vida eterna. Tiempo, pues esta próxima Cuaresma de 2025 para preparar nuestros corazones y abrirnos a la gracia de Dios para poder celebrar con gran alegría el triunfo pascual de Cristo sobre el pecado y la muerte.

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