"La Conferencia se agotará en la foto por la bajada de pantalones ante el separatismo y el trágala para la oposición"
Escucha el monólogo de Jorge Bustos del viernes 13 de diciembre
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Bienvenido al Mediodía COPE de este viernes de marejada cantábrica. O al menos eso es lo que anunciaban las crónicas previas a la Conferencia de Presidentes que se ha reunido hoy en Santander. El lío estaba garantizado entre los barones del PP -que copan el 70% del poder autonómico del país- y Pedro Sánchez.
Todos los presidentes autonómicos, incluido el lehendakari y a falta del presidente de Melilla por cuestiones personales, se han hecho la foto juntos con el presidente del Gobierno y con el Jefe del Estado, en las escaleras de ese hermoso palacio de la Magdalena, que fue construido para residencia de verano de Alfonso XIII. Hoy ha sido su bisnieto, Felipe VI, quien ha saludado uno a uno a todos los presidentes autonómicos puestos en fila. Ha sido muy interesante, por cierto, el momento en el que Don Felipe se detiene delante de Emiliano García Page y conversa amigablemente con él, mientras Pedro Sánchez no sabe adónde mirar, parado delante de Mazón. En cuanto al saludo entre Ayuso y Sánchez, yo he visto parpadeos bastante más duraderos que ese saludo.
Mira, estoy de acuerdo en una cosa que ha dicho hoy Pedro Sánchez. Ha dicho que la imagen de hoy expresa la unidad territorial de nuestro país. Es así: es una imagen de unidad. El problema es que solo es una imagen. Una ilusión momentánea. No es un compromiso, sino un posado. Porque había cuatro puntos en el orden del día que cronifican la discrepancia: la política de vivienda porque no hay casas, la de sanidad porque no hay médicos, la de inmigración porque no hay consenso y la cuestión más delicada de todas, que es la financiación singular de Cataluña. El famoso cuponazo sobre el que Salvador Illa edificó su pacto de investidura con Esquerra, y que según el Colegio de Economistas de Madrid causaría directamente el colapso del Estado.
¿Qué ha dicho Pedro Sánchez sobre esto? Pues que en enero impulsará la condonación de la deuda de las comunidades autónomas del régimen común. A ver si así cuela mejor el cupo catalán. Pero las matemáticas no son magia: son tus impuestos. Y si hay privilegio para Cataluña, hay agravio para las demás. Y si Madrid o Galicia no tienen deuda, esa condonación no les sirve de nada. Sánchez ha prometido también que va a conciliar la bilateralidad y la multilateralidad, que es como conciliar el machismo con el feminismo: o una cosa o la otra, Pedro.
Por lo demás, no ha habido que acolchar las habitaciones del palacio de la Magdalena ni llamar a los cascos azules de la ONU. Cada presidente tendrá un turno de diez minutos para hablar de su libro y Pedro se marchará de allí con vagas promesas y sin un solo compromiso concreto salvo con los indepes, claro. Él nunca quiso esa conferencia porque no está cómodo en un foro donde es inmensa minoría. La ha convocado porque era su deber legal y porque amenazaban con llevarle a los tribunales. Pero viendo en qué se quedó el cónclave que se celebró en La Palma hace tres años, mucho me temo que la Conferencia de hoy se agotará en su propia foto. Es lo que sucede cuando tu modelo de negociación es la bajada de pantalones ante el separatismo y el trágala para la oposición.