Al juez del caso Errejón:"Tampoco hace falta ensañarse con la declarante por más contradicciones en las que haya incurrido"

Escucha el monólogo  de Jorge Bustos del martes 21 de enero

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El caso Errejón ha vuelto con fuerza a la actualidad. Esta es la historia de un político hipócrita, cofundador del populismo de extrema izquierda en España, que hizo carrera presumiendo de feminista y de aliado de las mujeres oprimidas, pero que en su vida privada se comportaba como mínimo como un machista grosero, y como máximo como un delincuente sexual.

No hace falta que el ejercicio del Derecho se acompañe de una falta de sensibilidad tan olímpica"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Esa condición tendrá que acreditarla un juez, porque España es un Estado de derecho y goza de una judicatura independiente y garantista, en contra de lo que el propio acusado ha venido defendiendo los últimos diez años. Hasta que le tocó a él, claro. Ahora aprecia de súbito el garantismo judicial, ya no cree que a cada hermana haya que creerla solo por su testimonio, sin aportar pruebas. Ahora se ha convertido al liberalismo y repite que confía en la Justicia española. Pues bienvenido, Íñigo. Nunca es tarde para dejar de ser un populista desorejado. Pero me temo que la etiqueta de fariseo ya te acompañará de por vida. Y te la ponen sobre todo tus propios votantes, ojo. Y en especial las mujeres que confiaron en ti.

Dicho esto, se ha filtrado el interrogatorio del juez Adolfo Carretero a Errejón y a la denunciante, la actriz Elisa Mouliaá. Y yo sé que los jueces de instrucción no interrogan para quedar bien en la tele sino para alcanzar la verdad de los hechos. Pero hombre, señor juez: tampoco hace falta ensañarse con la declarante, por más contradicciones en las que haya incurrido. No hace falta reírle las gracias al acusado y repreguntar hasta el detalle más soez a una presunta maltratada. No hace falta que el ejercicio del Derecho se acompañe de una falta de sensibilidad tan olímpica. Porque eso nos pone las cosas difíciles a los que todos los días defendemos a los jueces españoles del ataque de este Gobierno. Y, en cambio, se las pone muy fáciles a todos los populistas que quieren presentar a los jueces como fachas casposos sin perspectiva de género, cuando son los jueces los que están sosteniendo la calidad de nuestra democracia en este momento.

Peor hay una consecuencia aún más perniciosa de ese estilo agresivo de interrogatorio. Que provoca la pérdida de confianza de las maltratadas en la acción de la Justicia. Y las disuade de denunciar cuando sufren un abuso, porque temen pasar ante el juez por un proceso de revictimización. Es importante que sientan que no están solas: que tendrán que contar los hechos y será doloroso, sí, pero es la única manera de que el culpable acabe pagando. Y que el próximo machista se lo piense mejor. Y que la sociedad, en su conjunto, se vuelva más respirable.

La Justicia no es perfecta. Pero es la alternativa es la ley del más fuerte. Que los excesos del feminismo radical no nos cieguen a la hora de reconocer la persistencia de conductas machistas. No sé cuál es el porcentaje de denuncias falsas en España; no sé si la de Mouliaá es suficiente para acreditar un delito penal;pero hay que ser muy acomplejado, muy resentido o muy estúpido para pensar que las mujeres disfrutan inventándose denuncias sexuales. Debemos ayudar a las víctimas a superar el miedo que tantas veces las atenaza. Y es responsabilidad de todos fortalecer la confianza en la Justicia; pero sobre todo, de los jueces".

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