"Con todo el lío de Errejón nos estamos olvidando de los Presupuestos Generales del Estado"

"El Gobierno está perdiendo autoridad moral, pero también está perdiendo la agenda material", dice el comunicador en su editorial

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Con todo el lío de Errejón nos estamos olvidando de los Presupuestos Generales del Estado. Es verdad que la izquierda está sumida en una profunda crisis moral por culpa de su propio fariseísmo: imponer a los demás lo contrario de lo que se practica en privado. Pero la mayoría del Gobierno no solo ha perdido la autoridad moral por sus casos de corrupción y sus escándalos sexuales: también está perdiendo la agenda material, es decir, el margen para negociar unas cuentas públicas.

Lo digo porque quizá ha pasado inadvertida una decisión trascendental del partido Podemos. Y no me refiero ahora a los ajustes de cuentas con el errejonismo de Sumar y sus infames coberturas mutuas. Me refiero a la decisión de someter a referéndum de las bases podemitas -ese puñado de legendarios inscritos que avaló el chalet de Galapagar- las condiciones del partido para aprobar los presupuestos. Y son dos, y las dos son inasumibles: bajar por ley los alquileres de golpe un 40% y romper relaciones con Israel. Lo primero solo se puede hacer si instauras de la noche a la mañana una dictadura soviética o cubana en España y suprimes la propiedad privada. Lo segundo solo lo puedes hacer si alineas a España con las teocracias islámicas que patrocinan el terrorismo yihadista y el antisemitismo internacional. Para cumplir ambas condiciones el Gobierno de Sánchez tiene que arrancar a la democracia española del consenso europeo y convertirla en un país del tercer mundo en términos diplomáticos y económicos. Y ni siquiera Pedro tiene en su mano hacer una cosa así, aunque sintiera la tentación.

Así que la pregunta es: ¿por qué Podemos blinda esas condiciones imposibles ante sus bases? ¿De verdad va a ir con ese órdago hasta el final? Porque si lo hace, vamos a un adelanto electoral con casi total seguridad. Y si no lo hace y finamente se baja los pantalones durante la negociación con María Jesús Montero, entonces la cúpula de Podemos que ahora vive un momento dulce por el rejón -o el errejón- que le está metiendo a Sumar quedaría desacreditada a ojos de su militancia, a la que habría estafado con esta votación interna.

De momento te adelanto un dato que es señal de que van en serio: Sánchez ha ordenado a Marlaska que rescinda los contratos de compra de material policial a Israel para mejorar el equipamiento de la Guardia Civil. O sea que Pedro ya habría empezado a someterse a Ione Belarra para cortejar su apoyo a los presupuestos: la duda ahora es hasta dónde llegará él para garantizarlo y con qué grado de humillación presidencial se conformará Podemos. Igual vemos a la izquierda reeditando también en esto los viejos tiempos de la Inquisición española y pidiendo el cierre de las sinagogas.

Hoy María Jesús Montero preside el Consejo de Ministros en ausencia de Pedro, que está feliz en la India entre guirnaldas de flores y reuniones para vender submarinos de

Navantia a los indios. La ministra de Hacienda no solo tiene que negociar con un Puigdemont más fuerte que nunca después de ganar su congreso con el 90% de los votos de su militancia. Y no solo tiene que calmar al PNV que le exige la retirada de los impuestazos a las energéticas. Ahora también tiene que ofrecerle a los neosoviéticos de Podemos algo parecido a la nacionalización del mercado inmobiliario si quiere su apoyo. Así que todo apunta a que estos presupuestos generales del Estado, si es que llegan alguna vez a aprobarse, van a ser los más caros de la historia de España.

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