"Pedro, igual rendir tributo al caudillo comunista que humilló al país de Trump no es el gesto más oportuno en plena guerra arancelaria"

Ya sabes lo que es la coprolalia. Es la tendencia patológica a proferir obscenidades. Algunas personas padecen este síndrome y no pueden evitar encadenar groserías, insultos o comentarios despectivos. En las comedias queda muy gracioso: lo malo es cuando les sucede a nuestros gobernantes. Ha ocurrido otras veces en la historia, eh: al parecer Carlos II el Hehcizado tenía coprolalia, aunque en su época pensaban que estaba poseído por el demonio. Donald Trump ha manifestado varias veces una inequívoca tendencia a la coprolalia. La última vez fue anoche, en la cena del Comité Nacional Republicano, escucha:

Puede que esta es la forma de hablar en un reality de la tele, que fue la escuela intelectual de Donald Trump. Pero la guerra arancelaria no es un mero espectáculo televisivo: está ya produciendo efectos en la economía real. Se están cancelando pedidos en todo el mundo -también en España-, los inversores están perdiendo sumas millonarias, los bancos contraen el crédito en previsión de tiempos peores, las empresas que pensaban contratar trabajadores ahora se lo piensan, la confianza en general se ha evaporado. La escalada verbal no solo se entabla entre países rivales, como Estados Unidos y China, sino también dentro de la propia Administración americana. Porque se han enzarzado en una guerra declarativa nada menos que Elon Musk, que critica los aranceles porque perjudican su negocio, y Peter Navarro, que es el asesor arancelario de Donald Trump. Musk ha llamado retrasado a Navarro: le ha dicho que es “más tonto que un saco de ladrillos”. Y Navarro le ha respondido así:

A Pedro lo hemos visto haciendo una ofrenda floral a la tumba de Ho Chi Minh, seguramente mientras Zapatero esbozaba una gran sonrisa antiamericana"

Jorge Bustos

Copresentador de 'Mediodía COPE'

Bueno, pues esta es la gente que ahora misma gobierna la primera potencia del mundo. La que está provocando una estúpida guerra comercial y el mayor crack bursátil desde la pandemia. Si no son capaces de mantener una mínima actitud diplomática entre ellos, cómo la van a tener con el resto del mundo, al que ven como un enemigo que les roba y les empobrece.

Con estos bueyes tiene que arar Europa. Bruselas está terminando de calibrar la respuesta a los aranceles de Trump. El plan en principio -si no hay negociación de última hora- es imponer aranceles del 25% y del 10% a los productos estadounidenses en tres fases, afinando el golpe para que se noten las consecuencias en estados donde hay mayoría trumpista. Aquí en España Carlos Cuerpo y Juan Bravo se esfuerzan por seguir negociando un escudo anti aranceles con medidas consensuadas que puedan votar juntos el PSOE y el PP en el Congreso, pero Junts está tratando de dinamitar esa negociación destapando que el Gobierno se habría comprometido por detrás con Puigdemont a conceder a Cataluña el 25% de las  ayudas movilizadas. Ese anuncio lo han desmentido Moncloa, pero tampoco sería la primera ni la segunda ni la tercera vez que Pedro cede al chantaje separatista por siete votos, así que es normal que el PP tenga la mosca detrás de la oreja. Veremos si Cuerpo y Juan Bravo son capaces de blindar su diálogo frente a las injerencias de Junts y frente al sectarismo del propio Pedro Sánchez. A Pedro, por cierto, lo hemos visto hoy haciendo una ofrenda floral a la tumba de Ho Chi Minh, seguramente mientras Zapatero esbozaba una gran sonrisa antiamericana.

No sé, Pedro, pero igual rendir tributo al caudillo comunista que humilló al país de Trump no es el gesto más oportuno en plena guerra arancelaria".