"¿De qué sirve que la Generalitat esté en manos del socialismo catalán si Pedro está en manos del separatismo?"
Escucha el monólogo de Jorge Bustos del jueves 6 de marzo
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La Caixa no volverá a Cataluña. Al menos el banco como tal, que se llama CaixaBank y que va a seguir indefinidamente en Valencia. Lo que vuelve a Cataluña es la Fundación, que es el brazo social, y Criteria, que es el brazo inversor. Y a nadie se le oculta que esta mudanza tiene una lectura política.
Hablamos de una entidad que es el mayor grupo financiero e industrial de España, presidido por el histórico Isidro Fainé. Con la inseguridad jurídica del procés se mudó una parte a Palma y otra a Valencia, y ahora regresa una parte porque entiende que Cataluña está más tranquila. Y ese mensaje es exactamente el que Pedro Sánchez y Salvador Illa quieren que vaya calando, para apuntarse el tanto de la normalización.
La mudanza de la sede social no deja de ser un gesto. Los clientes, lo que somos clientes de Caixa, en principio ni empeoramos ni mejoramos con el cambio. Pero en política los gestos son muy importantes para el relato, y Fainé, que es un gran empresario y un hombre inteligente, sabe que con este gesto le echa una mano al relato de Pedro y de Illa. O sea, se posiciona con La Moncloa. ¿A cambio de qué? Pues las fuentes empresariales explican que a cambio de independencia a la hora de realizar los nombramientos en el patronato, porque toca renovación. Y el patronato de la mayor fundación de obra social de Europa, que es la de La Caixa, es un oscuro objeto de deseo de los políticos, que quieren meter patronos allí como sea, cuantos más mejor. Según esas fuentes, con este anuncio de regreso Fainé habría logrado blindar la renovación.
Dice Moncloa que el procés ha muerto: pero si ha muerto, es porque ha muerto de éxito"
Copresentador de 'Mediodía COPE'
Pero más allá de legítimas decisiones empresariales, a mí me interesa lo del relato. Me interesa saber si ese relato de la normalización de Cataluña es cierto o no. Dice Moncloa que el procés ha muerto: pero si ha muerto, es porque ha muerto de éxito. ¿Para qué va a echarse a la calle otra vez el independentismo si tiene la sartén por el mango en Madrid? ¿Si Esquerra y Junts con sus votos en el Congreso chantajean todo lo que quieren a Pedro? ¿De qué sirve ese president decorativo, tan educado, llamado Illa? ¿De qué sirve que la Generalitat esté en manos del socialismo catalán si Pedro está en manos del separatismo? La normalidad de Cataluña es la paz de los cementerios: cuando dejas de ofrecer resistencia a las demandas del separatismo, el separatismo se calma, claro: porque gana. Gana una condonación de la deuda, gana un cupo propio, gana el control migratorio de las fronteras, gana un código penal a la carta y un Tribunal Constitucional que avala sus privilegios judiciales. Y todo lo que gana, lo perdemos el resto de los españoles. Los de segunda.
Mira, la desigualdad no es normalidad. O no debería serlo. Y no deberíamos confundir las cesiones continuas para aplacar al separatismo con el regreso de la Constitución a Cataluña. Porque si nos confundimos, el día que el separatismo vuelva a gobernar la Generalitat y use todas estas cesiones para relanzar el procés con más garantías de éxito, ese día quizá muchos normalizadores tengan que volver a hacer las maletas apresuradamente. Y esta vez para siempre".