Marta Ruiz: “De las reuniones en Moncloa hay que quedarse con los detalles”

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A esta hora se come en Moncloa porque después del café o a la hora del café, según costumbres, a las 17 horas, el presidente en funciones, Sánchez recibe al líder de Unidas Podemos. Pablo Iglesias cierra la ronda, pondrá el broche amable porque aunque exige entrar en Gobierno a cambio de sus 42 escaños el líder de Unidas Podemos es consciente de que no puede estirar mucho la cuerda.

En otra realidad está el líder de Ciudadanos, Rivera que no se ha salido del guión. Lo esperado porque hay segunda batalla electoral el 26 de mayo, autonómicas, municipales y europeas. La batalla en su caso está en aprovechar la debilidad del PP para apuntalarse como líder de la oposición. Rivera ha ofrecido a Sánchez pactos de estado en educación y cuestiones territoriales, pero deja claro que no apoyará un Gobierno de Sánchez, porque asegura está ya todo más que pactado y quien no lo ve es porque no quiere: "Hay un acuerdo pero no lo quieren contar antes del 26 de mayo, no hay que ser un lince para saber que van a formar gobierno".

Desde Moncloa aseguran que el encuentro ha servido para normalizar las relaciones pero los detalles son importantes. La reunión entre Rivera y Sánchez ha durado 50 minutos frente a la hora y cuarenta que estuvo con Casado. Con ambos se vio en la sala Tàpies, pero para la rueda de prensa al líder de Ciudadanos le ha dejado una sala más pequeña que al líder del Partido Popular. En la Moncloa están pendientes de las noticias que van a llegar de Bruselas, la Comisión Europea va a ofrecer previsiones económicas la zona euro, y también para España, a ver qué tal le suenan las cuentas que ha hechado Pedro Sánchez.