Ángel Correas: “Aunque Putin parara la guerra, los precios en España seguirían subiendo"

- 2 MIN

Bienvenido a Mediodía COPE

Estaba cantado. Hoy el IPC ha confirmado un incremento del 10,8 por ciento en los precios de este país y marca su nivel más alto desde 1984. Nada que pueda sorprendernos ya que lo comprobamos a diario. Todos los días consumimos, compramos cosas y las compramos un poco más caras.

La vida nos cuesta casi un 11% más que hace un año de media. Estos precios suben en toda España pero no lo hacen igual. Es muy llamativa la subida, por encima del 13%, en Castilla la Mancha. También en Castilla y León en un 12 % o La Rioja, muy cerca de esta cifra.

Los precios se contienen más en Canarias y la Comunidad de Madrid donde la subida es inferior al 10%.

¿Qué es lo que impulsa el subidón de precios? Te lo puedes imaginar, por ejemplo los combustibles, que siguen altos a pesar de que en las últimas semanas están moderando el precio. Aún así, llenar el depósito del coche nos cuesta de media un 30% más que el año pasado. Se nota por la electricidad. Ni con el tope que aprobó el gobierno se ha contenido el precio. Hoy por ejemplo, se paga el megawatio hora a más de 300 euros.

Vuelve a subir casi todo. Por ejemplo, si piensas hacer obra en casa la factura de servicios de fontanería o electricidad crece un 4,6% y si luego viene el pintor nos cobrará un 5,2 por ciento más, según el IPC.

También tira bastante de los precios hacia arriba la alimentación y esto es algo de lo que ninguno podemos prescindir.

Para esta receta el arroz nos ha subido un 10%, de media. El aceite de oliva un 17%, la sal un 10%, las verduras y hortalizas donde se integran judías y tomate, eso ha subido un 15,5% y la carne de AVE un 16%. Si eres de los que pone algo de marisco, que sepas que ha subido un 10%.

Total, que esta paella, de media, nos puede costar un 15 % más que el año pasado, así por la cuenta de la vieja.

Con todo, es la inflación subyacente la que más inquieta a los economistas. Es importante porque mide la evolución de todos los precios a excepción de los de alimentos y productos energéticos.

Y esta inflación subyacente supera el 6%. En la práctica quiere decir que aunque Putin parara la guerra y bajara el precio del combustible o de la electricidad, los precios en España seguirían subiendo porque el problema va más allá de estos factores.