Ángel Correas: “Este verano ya es el peor en 15 años, y eso que estamos todavía comenzando agosto”
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Nueva jornada marcada por un incendio forestal, esta vez Verín, Orense, que continúa en nivel 2 por su cercanía a viviendas y que ha quemado 600 hectáreas. En Galicia hay otros 2 incendios activos, en Maceda, también en Orense, y en Arbo, en Pontevedra.
Es un suma y sigue a los cientos de fuegos que han ido arrasando este país durante este verano, que ya queda registrado como el peor año en 15 años y eso que estamos todavía comenzando agosto. Según el sistema de satélites Copernicus de la Unión Europea, en lo que llevamos de año se han quemado ya más de 220 mil hectáreas y la suma no parará aquí, desgraciadamente.
Los incendios forestales tienes causas muy diversas, pero hay un factor común. La intervención humana está detrás de más del 90% de los fuegos. Menos de un 10% se deben a causas naturales.
En lo que va de año casi 200 personas han sido detenidas en España por su supuesta implicación en los incendios forestales. Esto no quiere decir que todos sean intencionados porque de hecho, más de la mitad de las acusaciones son por negligencias. Es decir, gente que no tenía la intención de iniciar un fuego pero que acabó provocándolo por el uso de maquinaria donde no debía o, por ejemplo, quemó rastrojos cuando no debía y se le fue de las manos.
Luego están los que sí han buscado intencionadamente el incendio y aquí también hay diferencias, los hay con problemas mentales, lo que podríamos llamar pirómanos. Hay quienes actúan por venganza e incluso intereses económicos. Cualquiera de estas cuestiones puede estar detrás, por ejemplo, de este ultimo incendio en Galicia, 12 focos diferentes y según la Xunta de Galicia había un coche recorriendo los puntos en los que se iniciaban lo fuegos.
Sea por el motivo que sea, prender fuego al monte es una canallada que no sólo acaba con el medio natural, sino que pone en riesgo la vida de quienes combaten las llamas, daña la economía de las zonas afectadas y destroza el modo de vida de muchísimas personas.
Desde 2015 el Código Penal castiga la provocación de incendios forestales con penas entre 10 y 20 años de cárcel si el fuego ha puesto en peligro la vida o integridad física, y con entre uno y cinco años en caso contrario. Las penas parecen altas, pero hace falta que se apliquen o se puedan aplicar. En el año 2019, antes de la pandemia, se investigaron 567 incendios por vía judicial y solo hubo 136 condenas. Es decir, muchos casos quedan sin resolverse.
El incendio en Verín está ya perimetrado, buena señal. Si todo va bien pronto estará controlado, pero el daño ya está hecho. La pregunta es si pagará el culpable.