Ángel Correas: "Ya tenemos claro lo de quitarse la corbata, pero quién le pone el cascabel al gato"

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Justo el mismo día en que varias Comunidades Autónomas vuelven a estar en alerta por altas temperaturas el gobierno de Pedro Sánchez se quita la corbata y no porque se vaya de vacaciones, que también, sino porque aprueba este lunes un nuevo plan de ahorro y eficiencia energética.

El plan, del que han trascendido tan solo algunos detalles, se aprobará esta tarde en el último Consejo de ministros de la temporada. La idea, por lo que sabemos a esta hora, es trasladar al sector privado unas medidas que fueron aprobadas el pasado mes de mayo para la administración pública y que nadie sabe si se han implantado o no, ni con qué resultados porque no hay ningún control, y es difícil que lo haya. No acabo de ver a la policía o a cualquier otro funcionario comprobando con los termómetros la temperatura de una local, pero ahí están la propuestas, que tienen más de recomendaciones que de medidas.

¿Y cuáles son? Pues además de la recomendación de quitarse la corbata cuando ésta no sea necesaria que, sigue siendo carne de “meme” en las redes sociales, la medida estrella es limitar la temperatura en los comercios, los negocios y los centros de trabajo.

La idea es que en verano el aire acondicionado no esté a menos de 27 grados, mientras que en invierno la calefacción no podrá superar los 19.

Según la Agencia Internacional de la Energía, por cada grado que bajamos el termostato ahorramos alrededor del 7% de consumo que hacemos con las calefacciones y un 10% si hablamos del aire acondicionado. En la factura, serían 20 y 70 euros menos al año, respectivamente.

Un ahorro que está muy bien máxime cuando Rusia sigue presionando con su gas y el precio de la luz sigue disparado. La pregunta es: ¿cómo se aplicará esta medida en cada comercio, negocio o en tu oficina? ¿Quién va a controlar que se lleve a la práctica? Y es, precisamente aquí, donde los expertos dudan de la eficacia de reducir la temperatura.

Además, los ministros de Sánchez (no sabemos si con corbata o no) estudiarán esta tarde otras medidas que pasan por la recomendación de aumentar el teletrabajo y reducir el uso del coche para desplazamientos cortos. No se descarta que haya algún tipo de incentivo para el uso de la bicicleta. Si con la pandemia ya “adoptamos” la costumbre de muchos países nórdicos de estar en una terraza en pleno invierno ahora parece que nos va a tocar ir en bici a trabajar.

Aunque con una bicicleta eléctrica igual llegamos a la oficina antes que con nuestro coche particular, porque otra de las medidas que podría ver la luz es una nueva reducción de los límites de velocidad tanto en las autopistas como en las ciudades.

Y hay más: utilizar fórmulas de coche compartido, fomentar el autoconsumo energético o refinar menos los carburantes son otras iniciativas que podrían ver la luz este primer lunes de agosto y que persiguen que entre todos: ciudadanos, empresas y administraciones, se reduzca un 7% el consumo de gas de nuestro país.

Son medidas que nos pueden gustar más o menos, que está claro que son necesarias si Rusia sigue chantajeando a Europa con el gas ,pero en días como hoy, con los termómetros por encima de los 40 grados, ¿quién va vigilar que el aire acondicionado del súper de la esquina o del centro comercial de tu ciudad esté “flojito”? O en invierno, a 10 grados bajo cero, ¿alguien va a controlar que los radiadores de un restaurante o cualquier negocio estén templados? Ya tenemos claro lo de quitarse la corbata, pero quien le pone el cascabel al gato.