Pilar García Muñiz: "Siguiendo su propia filosofía, lo coherente hubiera sido que Oltra renunciara a su cargo"
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Bienvenido a Mediodía COPE.
CONSEJOS VENDO, QUE PARA MI NO TENGO.
VER LA PAJA EN EL OJO AJENO, Y NO LA VIGA EN EL PROPIO.
ERES DUEÑO DE TUS SILENCIOS Y ESCLAVO DE TUS PALBRAS.
Y si seguimos buscando, seguro que encontramos otros muchos refranes que definen perfectamente la situación de Mónica Oltra. La vicepresidenta del gobierno de la Comunidad Valenciana, imputada por los delitos de PREVARICACIÓN, ABANDONO DE MENORES Y OMISIÓN DEL DEBER DE PERSEGUIR DELITOS.
El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ve indicios de que Oltra fue plenamente consciente de que su exmarido abusó de una menor que debía estar protegida por la Consejería de Igualdad que diría ella misma.
Y no solo era consciente, sino que hay indicios de que maniobró para ocultarlo. Hoy Oltra ha comparecido y se niega a dimitir.
Oltra NO dimite, Y REVISANDO LA HEMEROTECA, uno se encuentra con lo que decía ella misma en el caso de los trajes de Francisco Camps, el que fuera presidente de la comunidad valenciana.
El día que yo me vea pillada en todas las mentiras posibles como usted, me iré a casa. Pues, en un caso similar, Oltra NO solo NO se va a su casa sino que se enroca en el sillón de vicepresidenta de la Generalitat.
Siguiendo su propia filosofía lo coherente hubiera sido que renunciara a su cargo, pero Oltra echa mano de la doble vara de medir y lo que exige para los demás no se lo aplica a ella misma.
Hay que recordar, por cierto, que estar imputado no significa ni estar acusado ni ser culpable. Muchas veces los imputados luego son absueltos. Lo fue por ejemplo Francisco Camps, pero la pena de Telediario ya la había pagado.
AHORA LA PELOTA QUEDA EN EL TEJADO DE XIMO PUIG, el Presidente de la Generalitat valenciana, que en su día también pidió la dimisión de Rita Barberá cuando fue imputada en un caso de blanqueo que finalmente se archivó.
Con este antecedente, la pregunta es ¿Pedirá el presidente valenciano ahora la dimisión de su vicepresidenta? O, volviendo al refranero, donde dije DIGO, DIGO DIEGO.