Pilar García Muñiz: "La de Will Smith se queda en anécdota después de la bofetada que nos ha dado el IPC"

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La de Will Smith en los Oscar se va a quedar en una anécdota después de la bofetada que nos ha dado hoy el dato del IPC. Dato adelantado del mes de marzo que sitúa la tasa de inflación en el 9,8%, su tasa más alta en los últimos 37 años. No habíamos visto una cifra así desde mayo de 1985.

Estamos ya a las puertas de los dos dígitos. Respecto al mes de febrero son algo más de dos puntos de subida. La escalada de los precios es imparable, lleva así meses, y la puntilla ha sido la guerra en Ucrania. El impacto de las sanciones a Rusia se ha traducido en una importante subida del gas y el petróleo en los mercados internacionales, y esto nos afecta directamente en la factura eléctrica y a la hora de llenar el depósito de nuestro coche.

Pero no solo suben los precios energéticos, también se encarece la cesta de la compra, porque también la guerra tiene su impacto en los alimentos, ya que Rusia y Ucrania son grandes exportadores de materias primas (por algo se les conoce como el granero de Europa).

Los productos y categorías agroalimentarias más afectados son la harina, panadería, bollería y pastelería, pastas alimenticias y los fabricados con malta, cerveza y bebidas espirituosas.

La inflación subyacente, la que no incluye los alimentos no elaborados ni los productos energéticos, es decir, la electricidad y los combustibles; ha aumentado también cuatro décimas, hasta el 3,4%, la cifra más alta desde 2008.

El dato del IPC no es nada bueno, esto es así, y así lo ha reconocido el presidente del gobierno en su comparecencia hoy en el Congreso donde ha puesto toda su fe en las medidas aprobadas ayer por el Consejo de Ministros y que hoy se publican ya en el BOE para revertir esta situación.

El problema, lo comentábamos ayer, es que ese Plan de Respuesta del Gobierno, con sus ayudas y esa bonificación de 20 céntimos en el litro de combustible, va a estar en vigor hasta el 30 de junio, y nadie sabe cuánto va a durar la guerra de Ucrania y cuánto tiempo más van a durar sus efectos. Por eso Sánchez también ha dicho que si la guerra se alarga, esas medidas se podrían prolongar.

Unas medidas que desde FUNCAS, la Fundación de las Cajas de Ahorro, aseguran que a día de hoy, a falta eso si de que Bruselas de el visto bueno a la rebaja de la factura de la luz, tendrán un impacto muy limitado en nuestro bolsillo.

Calculan además que IPC anual se va a quedar de media en un 6,8%, lo que significa que las familias españoles vamos a tener 16 mil millones de euros menos para gastar. Todo esto con unos salarios que suben a un ritmo del 1,5 %.

Perdemos poder adquisitivo y por tanto gastamos menos. El consumo se resiente y esto repercute directamente en la economía. De hecho rebajan el crecimiento hasta el 4,2%, tres puntos menos de la previsión del Gobierno.

15 meses ya de subidas de la inflación, con una amenaza que también está ahí. Ya lo han hecho en EEUU y parece que también aquí: no va a quedar más remedio que subir los tipos de interés.